Los Estados de EE UU suben los impuestos para afrontar los déficit
La recuperación en EE UU podría adquirir fortaleza en el segundo semestre, dicen los analistas. Se espera que el recorte de impuestos de mayo tenga el papel dinamizador esperado. No obstante, Estados y municipios viven una crisis histórica. Cerrar los presupuestos de 2004 ha sido doloroso y en algunos casos imposible. A nivel local los impuestos suben y los servicios bajan.
Mientras en Washington se negociaban los puntos y las comas de los recortes fiscales propuestos por George Bush para dinamizar la economía, otros congresos han estado subiendo impuestos. Son los Parlamentos de muchos de los 46 Estados que ayer cerraban su año fiscal 2003, ocho, entre ellos California y Massachusetts, no habían cerrado las cuentas para 2004 cuando quedaban horas para el primer día del nuevo año fiscal.
Y es que, mientras se descuenta una mejora económica, que la Bolsa ha sido la primera en celebrar, y se empieza a ver el lado bueno de datos como el que ayer hacía referencia a un crecimiento marginal de la producción en el área de Chicago, los Estados batallan con una crisis que es 'la peor desde que tenemos estadísticas'.
Son palabras de Ray Scheppach, director de la Asociación Nacional de Gobernadores que, si el año pasado describió la situación como la peor desde la II Guerra Mundial, este año dice que es 'el peor desde la guerra de 1812'. Para los ciudadanos, la recuperación económica puede ser imperceptible por la presión a nivel local de la crisis.
Y es que la caída de los ingresos, por los menores beneficios de las empresas y los recortes de impuestos aprobados en los años del crecimiento económico, la subida de los costes del Medicaid (protección médica a los menos adinerados) y los altos costes en seguridad antiterrorista han drenado las cajas de los Estados. Scheppach no es optimista, 'incluso si la economía mejora, la virtual explosión de los costes del Medicaid mantendrá a los Estados en crisis'.
Según la Asociación de Gobernadores, en 2003 se suprimieron gastos en 37 Estados por valor de 14.500 millones de dólares, que se suman a los 12.600 que se recortaron en 2002. En la última recesión, en 1992, fueron 29 los Estados que recortaron gastos y lo hicieron en una cuantía de 4.500 millones de dólares. Para el año fiscal que hoy comienza, en 29 Estados se han aprobado subidas de impuestos (la mayoría indirectos) por un valor aproximado de 17.500 millones de dólares, el mayor aumento desde 1979.
El tabaco, el alcohol, los ingresos, la propiedad y las ventas son algunos de los capítulos en los que se ha dado una vuelta de tuerca en la fiscalidad.
En Nevada, uno de los Estados que aún no había aprobado ayer sus cuentas al cierre de esta edición, se están planteando aplicar un impuesto a los burdeles, cuya existencia han aprobado para ingresar unos 2,5 millones de dólares.
California, donde se vive además una crisis política sin precedentes promovida por los opositores al gobernador demócrata Gray Davis, los republicanos no quieren aprobar un presupuesto plagado de subidas de impuestos para hacer frente a un déficit histórico de 38.000 millones de dólares. Si ayer de madrugada no se conseguía el acuerdo, el Estado estará obligado por ley a recortar los billonarios pagos a sus agencias desde hoy mismo.