El compromiso de EE UU con Oriente Próximo
George L. Argyros analiza los avances con respecto a Oriente Próximo logrados en la reunión del Foro Económico Mundial clausurada ayer en Jordania. El autor expone los planes económicos de Washington para la región
Los líderes mundiales del ámbito empresarial, del Gobierno y de la sociedad civil se han reunido, desde el viernes hasta ayer, en el Foro Económico Mundial, en Amman (Jordania), para tratar una amplia agenda de asuntos relacionados con el progreso económico, político y social en Oriente Próximo.
Tanto el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, como el representante comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, asistieron a esta reunión, lo que muestra el nivel de compromiso de EE UU con la promoción de las reformas en la región.
La participación de la ministra de Asuntos Exteriores española, Ana Palacio, refleja que España tiene un papel clave de liderazgo que desempeñar en la región mediterránea. Nosotros, y los muchos otros que acudieron a Amman, entendemos que se trata de un momento crucial para la promoción de las reformas políticas y económicas en Oriente Próximo.
EE UU lanzará más acuerdos de libre comercio con Gobiernos que estén comprometidos con la liberalización a escala mundial
Es preciso actuar urgentemente. La renta per cápita y el crecimiento económico se han estancado o han caído en la mayoría de los países de la región. Más del 45% de las personas en Oriente Próximo son menores de 14 años y, además, la población se duplicará durante los próximos 25 años. Muy pocas regiones en el mundo están preparadas para asimilar esta oleada de jóvenes en el mercado laboral. Pero los países que sufren una falta de transparencia, mercados de capital débiles, barreras comerciales y trabajadores sin una preparación adecuada tienen ante sí una tarea casi irrealizable.
El Informe sobre desarrollo humano en los países árabes 2002, preparado por expertos de la región, sacó a la luz de manera clara las carencias en los ámbitos de la apertura económica, las libertades políticas, las oportunidades educativas y las facultades de actuación de las mujeres, que obstaculizan la materialización del inmenso potencial humano que existe en Oriente Próximo. Más que nunca, en toda la región se tiene la sensación de que las reformas internas son la clave para un futuro mejor. El presidente Bush, en su discurso del pasado 9 de mayo en la Universidad de Carolina del Sur, propuso una iniciativa global para Oriente Próximo a fin de reavivar el crecimiento económico y extender las oportunidades políticas y económicas en Oriente Próximo.
La piedra angular de esta iniciativa será el establecimiento de un área de libre comercio entre Estados Unidos y Oriente Próximo dentro de 10 años. El presidente afirmó que esta iniciativa 'llevará a Oriente Próximo a un círculo cada vez mayor de oportunidades que darán esperanza a la población de la región'. Expresó su convicción de que 'sustituyendo la corrupción y el comercio cerrado por mercados libres y leyes justas, la población de Oriente Próximo gozará cada vez de más prosperidad y libertad'.
El plan de EE UU apela a una serie de reformas económicas adaptadas a todos los países de la región que harán las veces de Hoja de Ruta para los miembros de la Organización Mundial del Comercio. EE UU también negociará acuerdos marco de comercio e inversión y tendrá en consideración tratados bilaterales de inversión con Gobiernos que estén dispuestos y comprometidos con la mejora de sus sistemas de comercio e inversión.
A finales de año, EE UU finalizará sus negociaciones sobre distintos acuerdos de libre comercio con Marruecos y a principios del año próximo, tras la consulta al Congreso, comenzará a negociar con Bahrein. Tras la consulta al Congreso, lanzaremos más acuerdos de libre comercio con Gobiernos comprometidos con un nivel alto y una liberalización global del comercio. El objetivo es doble: incrementar el comercio entre EE UU y la región y estimular el florecimiento del comercio entre los países de la zona.
El éxito en la generación del crecimiento de pequeñas y medianas empresas será un indicador importante del progreso económico de la región. Para fomentar este esfuerzo, EE UU trabajará con sus socios en la región para crear facilidades financieras en Oriente Próximo que ayuden a estas empresas a acceder al capital.
Ayudaremos a los países a reformar los códigos comerciales de acuerdo con las normas internacionales, a mejorar el clima para el comercio y la inversión y a reforzar los derechos de la propiedad por medio de una nueva iniciativa de legislación comercial de cooperación entre EE UU y juristas y escuelas jurídicas de Oriente Próximo, y de contactos entre empresas.
El crecimiento económico a largo plazo requiere también preparación para los trabajadores, en concreto para las mujeres, que son las que han sufrido las mayores desventajas.
En diciembre de 2002, el secretario de Estado Colin Powell anunció la creación de la Iniciativa de Asociación con Oriente Próximo (Middle East Partnership Initiative) para trabajar con aquellos que en la región están comprometidos con la ampliación de las oportunidades económicas, de la participación política y cívica y con una mejor educación para los jóvenes y las mujeres.
Un aumento del comercio y de las inversiones creará puestos de trabajo muy necesarios para los jóvenes y contribuirá a proporcionar un nivel de vida más alto a todos los sectores de la sociedad. Como dijo el presidente Bush, EE UU ayudará de buen grado a sus amigos y socios de la región para trabajar juntos por un futuro mejor para todos.