España suspende en calidad laboral, según Esade
Un gran número de empleados insatisfechos, la tasa más elevada de accidentes laborales serios de la UE, además de una alta tasa de paro y de la ausencia de adecuadas infraestructuras para conciliar la vida laboral y la familiar hacen de España un país a la cola de Europa en calidad de trabajo. Así concluye un estudio elaborado por la escuela de negocios Esade y la multinacional de recursos humanos Randstad.
El estudio, que se presentó ayer y que tendrá carácter trimestral, compara todos los indicadores laborales que la Comisión Europea ha señalado como válidos para evaluar la calidad del trabajo en Europa.
Ana Laborda, profesora de Economía de Esade y coautora del estudio junto a José María Comajuncosa, afirmó ayer que 'del conjunto de países comunitarios se aprecian claras diferencias que empiezan a perfilar un grupo de países privilegiados entre los que no se encuentra España. Y lo que es más, nuestro país no alcanza ni tan siquiera la media europea en la mayoría de los indicadores'.
En la media de la UE, el 3,2% de los trabajadores se encuentran muy insatisfechos en su trabajo. En España, este porcentaje se eleva al 4%. Si de lo que se trata es de analizar la incidencia de los accidentes laborales con más de tres días de ausencia, España ocupa un triste último puesto, a bastante distancia del resto de los países. Así, en España, por cada 100 empleados, 7 sufrieron en 1999 un accidente laboral, en tanto que la media europea arroja 4 trabajadores accidentados de cada 100.
Sin horario reducido
Otro dato que sitúa a España en el último puesto de la comparativa es el relativo a la flexibilidad de horarios en las familias cuando ambos cónyuges trabajan. En el 82% de los casos, la pareja trabaja sin reducir la jornada. Una cifra sólo superada por Grecia y Portugal. Cuando los cónyuges optan por reducir la jornada, esta situación recae en la mujer en mayor proporción que en los hombres, una tendencia que es nota dominante en el resto de los países.
En el lado positivo, las empresas españolas no están mal situadas en lo relativo a incentivar los procesos de formación entre sus empleados. En cuanto a la diferencia de salario entre hombre y mujeres, España está sólo un punto por encima de la media europea, que es del 16%.
Para los autores del estudio, las principales deficiencias que deben ser objeto de mejora son las relativas al desempleo, sobre todo el femenino, la mejora de los sistemas para cuidar niños u otras personas dependientes, reducir la contratación temporal y lograr la coherencia educativa entre los distintos niveles formativos.
A nivel europeo, el estudio también ha detectado deficiencias en el diálogo social y en la implicación de los trabajadores. Asimismo, áreas como la salud y seguridad del trabajo, la flexibilidad o el equilibrio entre trabajo y vida privada se han estancado en los últimos años. Tan sólo la igualdad entre sexos y el desarrollo profesional han experimentado avances.
Ejemplos de contrataciones de éxito
Ciencia y Tecnología presentó ayer algunos ejemplos de empresas que han sido beneficiarias del programa Torres Quevedo y que están satisfechas de los resultados.Es el caso de Advancell, una empresa catalana del sector de la biotecnología que da servicio a las industrias de biomedicina, que prevé contratar a cuatro doctores que jugarán un papel fundamental en el programa de I+D de la compañía para los próximos tres años y disminuirán significativamente la prima de riesgo del proyecto empresarial.Bioferma, una empresa murciana dedicada a la investigación, producción y comercialización de ingredientes activos e intermedios de medicamentos antibióticos, menciona también la ventaja que suponen estos contratos a la hora de minimizar el riesgo. Otro beneficio, señala Manuel Esteban, director del centro tecnológico de la compañía, es la disminución de los costes de formación y del tiempo de lanzamiento de los nuevos productos.