Bush defiende la política del dólar fuerte y el euro cae un 1,2%
El euro cotizó ayer a la baja frente al dólar y llegó a perder un 1,20% de su valor. La moneda única bajó así del entorno récord de 1,19 dólares para situarse entre 1,175 y 1,178 dólares. El BCE fijó el cambio oficial en 1,1822 dólares. La bajada fue animada por los comentarios del presidente estadounidense George Bush señalando que defenderá este domingo ante los socios del G-8 'la política de un dólar fuerte'.
Bush atenderá mañana al encuentro de jefes de Estado y de Gobierno del G-8, los siete países más industrializados del mundo más Rusia, que se celebrará de domingo a martes en Evian (Francia).
'Es muy importante que pasemos tiempo conversando sobre nuestras economías respectivas', comentó Bush en una entrevista en la víspera de su viaje a Europa. 'Les diré a los otros miembros del G-8 que aquí tenemos políticas fiscales y monetarias sólidas... Les reiteraré nuestra política del dólar fuerte'. Las palabras del presidente contrastan con las del secretario del Tesoro, John Snow, que hace unas semanas mostró su complacencia en la depreciación del dólar y criticó al Banco de Japón por intervenir en el mercado para evitar el desplome de la moneda estadounidense frente al yen.
El mercado duda de la determinación de la Casa Blanca a la hora de defender el dólar. Su caída estimula el crecimiento vía exportaciones y sirve así de instrumento para aliviar la carga del déficit por cuenta corriente. Los operadores no creen que Bush vaya a presionar al G-8 para intervenir a favor del dólar, ni esperan una actuación de la Reserva Federal. Aun así, muchos optaron ayer por tomar posiciones a corto en dólares, ante la perspectiva de un comunicado del G-8.
Los datos conocidos ayer también ayudaron al dólar. La confianza del consumidor alcanzó en mayo su máximo nivel en casi un año, mientras que el índice de actividad industrial de Chicago mostró crecimiento por primera vez en tres meses.
Japón ha logrado mantener el tipo de cambio por encima de 115 yenes por dólar, el límite considerado crítico para las exportaciones, pese a la debilidad del dólar. Para ello el banco central nipón ha intervenido masivamente y en mayo alcanzó la cifra récord de 3,982 billones de yenes (más de 28.500 millones de euros) para evitar una pérdida de competitividad a las exportaciones japonesas.