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Cumbre

Bush se compromete ante el G-8 a no utilizar el dólar como arma económica

Los líderes de los países del G-8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Rusia) reunidos hasta hoy en Evian centraron la jornada de ayer en las perspectivas económicas.

Con todo, la acelerada depreciación del dólar fue el tema central del debate entre los líderes del G-8. No en vano, la débil cotización del dólar ha restado competitividad, aunque en diferente medida, a las economías de los demás miembros del grupo. El euro ha ganado un 12% frente al dólar en lo que va de año, y el dólar canadiense ha ganado más, un 14,73%. En el caso del yen, y pese a las quejas de las autoridades, la intervención del banco central ha limitado la subida del 0,22%, y la libra esterlina, muy vinculada a la economía estadounidense, apenas se ha apreciado un 1,68%.

Así las cosas, no es de extrañar que las discusiones entre los mandatarios llegaran hasta el extremo de debatir si la cuestión cambiaria se incluía o no en el comunicado de la reunión.

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El mensaje del presidente de EE UU, George Bush, fue claro. 'La posición del presidente es que EE UU apoya un dólar fuerte y esa fortaleza viene determinada por el mercado. æpermil;se es el motivo por el que es importante garantizar políticas que avancen en el crecimiento', explicó su portavoz, Ari Fleischer. Pero el compromiso de Bush quedó, cuando menos, matizado. 'Por lo que respecta al valor del dólar, Bush aseguró que no es él quien decide. Es Greenspan', presidente de la Reserva Federal, según explicaron fuentes canadienses.

Si bien el dólar es competencia del Tesoro, y no del banco central, Bush vino a culpar al diferencial de tipos de interés de la pronunciada caída de la divisa, una tesis compartida por un pequeño margen de economistas.

Papel de EE UU

Pese a todo, el mercado interpreta que hay cierta voluntad por parte de la Administración estadounidense en que haya una cierta debilidad de la divisa, que beneficiaría las exportaciones y el empleo de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.

Pero el gozo de EE UU es la angustia de otras economías. El primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, insistió en que los mercados han empujado demasiado el yen al alza. 'En materia cambiaria, los mercados no siempre aciertan', concluyó. Para evitar una apreciación que ahogaría el único motor de crecimiento, las exportaciones, el Banco de Japón ha empleado cantidades millonarias en los últimos meses en intervenir en el mercado y frenar la apreciación.

Al margen de cuestiones cambiarias, el G-8 intentó trasladar un mensaje de optimismo sobre la situación de la economía. Jacques Chirac, anfitrión de la cumbre, aseguró que existe consenso sobre las perspectivas de crecimiento, al asegurar que no es tan bueno como quisieran, pero que se dan todas las condiciones para una recuperación. Entre estos factores, Chirac mencionó el fin de la guerra contra Irak, los bajos precios del petróleo y una vuelta de las inversiones por parte de las principales compañías. En EE UU, sin embargo, diversos indicadores apuntan una caída de la inversión empresarial, pese al tirón del consumo, atribuible al deterioro laboral.

El primer ministro canadiense, Jean Chrétien, también expresó su optimismo respecto a la evolución de la economía mundial. 'Soy mucho más optimista de lo que era. Cada miembro tiene problemas, pero vemos que hay soluciones', dijo el encargado de presentar el informe sobre situación económica a la cumbre. Antes del encuentro, Chrétien fue muy crítico con el creciente déficit presupuestario que acumulan los demás miembros del G-8, ya que Canadá es el único que mantiene un superávit fiscal.

Bajar tipos

Chirac fue el encargado de trasladar el optimismo del G-8. Según el presidente francés, cada uno de los países del G-8 'ha insistido en la necesidad de adaptarse de forma permanente', de reformar su economía para afianzar el crecimiento. Algo que para el canciller alemán, Gerhard Schröder, debe ir acompañado por una rebaja de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). 'Con todos los respetos a la independencia del BCE, hemos dejado claro que todavía hay margen para estimular el crecimiento', dijo el dirigente alemán. Todos los analistas coinciden en que la entidad bajará el jueves el precio del dinero, que se sitúa en el 2,5%.

En este sentido, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que asume en julio la presidencia de la UE, apuntó la necesidad de que Bruselas sea, en estos momentos, más flexible con las reglas presupuestarias del Pacto de Estabilidad. 'En un momento como éste, un aumento del déficit debería ser considerado virtuoso', dijo Berlusconi, al tiempo que alabó los planes de rebaja fiscal impulsados por Bush para animar el crecimiento.

Nuevo grupo contra el terrorismo y advertencia a Corea e Irán

El G-8 acordó ayer coordinar sus acciones contra el terrorismo internacional porque considera que aún hay que desmantelar completamente la red del grupo Al Qaeda. En una declaración distribuida en Evian, el G-8 estima que ha llegado el momento de tener 'un plan común' destinado a reforzar las capacidades de que dispone cada país para la lucha antiterrorista.Esta declaración formará parte de las conclusiones que hoy aprobarán los líderes del G-8 y supone la creación del Grupo de Acción Contra el Terrorismo (GACT). æpermil;ste será el instrumento del que se dotará el G-8 y al que se podrán asociar otros países, 'especialmente donantes', precisan, y en donde podrán estar representados organismos de la ONU, de las instituciones financieras internacionales y otras organizaciones regionales.La primera reunión del GACT se celebrará antes del próximo 15 de julio.El G-8 identificó tres áreas fundamentales en la lucha antiterrorista: evitar que los terroristas cuenten con medios para cometer sus actos; rechazar que puedan recibir asilo y hacer que puedan ser llevados ante la justicia y/o extraditarlos y, en tercer lugar, acabar con la vulnerabilidad de ciertos países en algunos ámbitos.Los miembros del grupo creado por el G-8 aportarán dinero, experiencia y posibilidades de formación y habrá un primer análisis de las necesidades más urgentes, que se examinarán entre la primera y la segunda reunión, que se celebrará 'antes del 15 de octubre'.El G-8 también instó a Corea del Norte e Irán a reducir sus programas nucleares y señaló el riesgo de que las armas de exterminio caigan en manos de militantes es la 'amenaza primordial' de la seguridad mundial. El comunicado afirmaba que la comunidad internacional tiene que usar inspecciones, controles de exportaciones y 'si fuera necesario otras medidas' para combatir este riesgo.

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