EE UU suspende dos contratos petroleros de Rusia y China en Irak
Thamir Ghadhban actúa, de facto, como el ministro de Petróleo de Irak, y el fin de semana pasado anunció la primera recomposición de los contratos petroleros en Irak en la etapa post-Sadam.
La petrolera rusa Lukoil mantenía un contrato para la explotación de los pozos de West Qurna que, según el responsable estadounidense, ya habría llegado a su fin. El contrato que la petrolera estatal china (CNP) tenía para el desarrollo del campo de al-Ahdab ha sido cancelado 'de mutuo acuerdo', aseguró Ghadhban. Un tercer contrato, sobre el que no se ofreció ningún detalle, había sido también cancelado.
De los demás contratos firmados por petroleras extranjeras con el Gobierno del depuesto Sadam Husein, entre ellas compañías francesas, dijo que 'serán revisados uno a uno bajo criterios económicos y legales'. Los Gobiernos de Rusia, China y Francia mostraron un claro rechazo a los planes de guerra contra Irak.
Las declaraciones de Ghadhban se producen pocos días después de que el Consejo de Seguridad aprobara el fin de las sanciones económicas contra Irak y, con ello, la libre exportación de petróleo iraquí. Pero costará recuperar la producción. 'Varios pozos fueron incendiados en el sur. En el norte, dos campos están dañados por los saqueos y la estación de bombeo en Haditha, al oeste de Bagdad, que conecta el sistema petrolífero del sur con el del norte, fue bombardeada durante la guerra', reconoció.
EE UU piensa abrir el sector a la inversión extranjera 'de acuerdo con una fórmula que salvaguarde el interés del pueblo iraquí'. 'Definitivamente necesitamos inversión, no un gran monto. No estoy hablando de miles de millones, pero sí de cientos de millones de dólares', sostuvo Ghadhban.
La prioridad, de momento, es suministrar gasolina, propano y butano a los iraquíes, asegura el ministro petrolero, con los 800.000 barriles de crudo que actualmente produce Irak.
En cuanto a las perspectivas de abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Ghadhban asegura que Irak no tiene en su agenda abandonar la organización, aunque apuntó que la exclusión de Bagdad del sistema de cuotas de producción probablemente continuará por el momento. 'No tenemos una cuota y éste es un acuerdo en pleno con los (otros) 10 miembros. Irak produce todo lo que quiere porque tenemos una capacidad limitada', dijo.