Mentiras y medias verdades
Durante toda la semana se ha hablado del escándalo de The New York Times y Jayson Blair, un redactor a quien se acusó en primera página de inventarse historias, conversaciones o situaciones para dar vida a sus artículos. Algunos de los artículos que el influyente periódico ha publicado con la firma de Blair eran mentiras o medias verdades.
Las mentiras de Blair se suman a otras muchas. Mentiras eran las cuentas de muchas empresas ahora quebradas. Mentira era el déficit de la empresa de transporte de Nueva York, que ha sido la base de la mayor subida de la tarifa de la historia del metro y autobús. Mentirosa es la impresión que han querido dar los asesores del presidente George Bush cuando, en un discurso sobre su recorte fiscal, pidieron a la gente de las primeras filas que se quitasen la corbata para parecerse a la 'gente de la calle' a la que el plan no se encamina directamente.
Mentira, dice el embajador francés, Jean David Levitte, son las filtraciones que la Administración hace a periódicos sobre sus relaciones con Irak. Levitte mandó esta semana a Bush una carta quejándose de una 'campaña denigratoria' basada en falsedades para crear animadversión contra Francia.
Tergiversaciones o mentiras son muchos de los hechos manejados por un grupo de analistas y consejeros promocionados por el número dos del Departamento de Defensa, Paul Wolfowitz, para fundamentar el ataque a Irak, según afirma Seymour Hersh en la revista The New Yorker. Hersh afirma que este grupo, que comenzó a trabajar en septiembre de 2001, 'ha producido una madeja de informes de inteligencia (espionaje) que han ayudado a modelar la opinión pública y la política americana con respecto a Irak', y que buena parte de los informes salen de la colaboración del grupo en el exilio liderado por Ahmed Chalabi, quien se perfila como uno de los ganadores políticos de esta guerra.
Pero la luz termina a veces por hacerse. Blair ya no está en la plantilla del Times, muchos ejecutivos están acusados de fraude y respondiendo ante los tribunales, un juez ha anulado la subida de medio dólar del billete del metro de Nueva York y no todos los americanos 'de la calle' están convencidos por el plan fiscal de Bush. Eso sí, en Francia aún quieren una 'clarificación' de las filtraciones, no la mera negación de lo hechos.