Pendientes del dólar
Los Lipper Leaders se calculan según una metodología que toma en consideración la historia de los fondos de inversión durante los últimos tres años. Tres años en los que las fuertes pérdidas en las Bolsas y la caída del dólar son los síntomas más llamativos de fuertes ajustes entre las placas tectónicas de los mercados financieros. Poco a poco se está imponiendo un cambio de era.
Desde mediados de marzo, las Bolsas se han beneficiado de la reacción alcista que suele seguir a las guerras de corta duración. El dólar, por su parte, ha continuado su trayectoria descendente, acelerada en estos últimos días, hasta introducir su relación de cambio con el euro en el intervalo que va de 1.14 a 1.34. Y es justamente en ese intervalo donde se movió a lo largo de los 12 años que van de 1987 a 1999. En ellos, la economía americana comenzó la corrección de un enorme déficit de su balanza por cuenta corriente; pasó por una recesión y una guerra y, tras varios años de crecimiento débil, inició una fuerte expansión que llevó los índices de Bolsa a sus máximos.
¿Qué va a suceder ahora? La depreciación del dólar suele tomarse, con razón, como algo muy negativo para las economías de la zona euro. Sin embargo, y pensando en el largo plazo, sin un reequilibrio de las cuentas exteriores de EE UU no puede pensarse que la economía mundial vaya a poder crecer de manera sostenida. Ese ajuste del dólar, que terminará llevándolo frente al euro a niveles muy cercanos al otro extremo de la banda mencionada, será doloroso para todos los inversores en fondos denominados en dólares, que perderán por tipo de cambio las eventuales plusvalías obtenidas en renta fija o variable.
A veces se comenta que en esta ocasión la cotización del dólar no va a llegar tan lejos, que las economías europeas están lo bastante débiles como para que el atractivo de la inversión denominada en euros no pueda mantenerse. Ante esto conviene recordar que la cotización más baja del dólar frente al conjunto de monedas que luego darían origen al euro tuvo lugar en 1993. Un momento en el que no sólo Europa se encontraba en recesión, sino en mitad de una profunda crisis del sistema monetario europeo.
Los fondos de renta variable también se verán afectados por la debilidad del dólar. Las Bolsas europeas suelen tener dificultades para subir (o, sencillamente, bajan) en los periodos de depreciación de la moneda norteamericana. Por eso, los fondos que en estos tres años han mantenido una cartera que replicaba el índice Dow Jones han terminado perdiendo por causa del tipo de cambio toda la ventaja de estar ligados a un índice que sólo ha retrocedido, aproximadamente, la mitad que el conjunto de las Bolsas europeas.
Nota. La información sobre los fondos que poseen la calificación Lipper Leader no constituye, bajo ninguna circunstancia, una recomendación de compra o venta de fondos. Las mediciones realizadas para seleccionar los Lipper Leader analizan la trayectoria que ha tenido un determinado fondo en el pasado (tres años). Así y todo, conviene recordar que las rentabilidades pasadas de los fondos no son ninguna garantía de resultados futuros. La calificación se calcula una vez al mes utilizando los últimos datos disponibles en el momento de efectuar el cálculo.