Donaldson pide al presidente de la Bolsa de Nueva York que se baje el salario
El presidente del regulador de los mercados de Estados Unidos (la SEC), William Donaldson, pidió ayer que el parqué neoyorquino 'reconsidere la estructura de compensación salarial a su presidente'. La cita hacía referencia a Richard Grasso, presidente de Wall Street, que ha sido criticado en las últimas semanas por cobrar 10 millones de dólares (8,7 millones de euros) al año.
En una entrevista en la CNN, Donaldson rechazó valorar la cantidad, señalando que eso es tarea del comité de auditoría de la Bolsa. Pero reiteró que ya ha pedido que ésta cambie el sistema de compensaciones a directivos. Donaldson ejerció de presidente de la Bolsa de Nueva York antes que Grasso y, preguntado si cobraba lo mismo, respondió bromeando que 'dejé el trabajo demasiado pronto'.
El salario del presidente de la Bolsa de Nueva York nunca se había hecho público hasta el mes pasado y los 10 millones de Grasso han generado una agria polémica. El presidente del Nasdaq cobra dos y Donaldson recibe 138.000 dólares, cantidad similar a los 120.000 euros que se embolsa al año Calzada. El salario de Antonio Zoido, presidente del holding de mercados, no es público. Los bancos de Wall Street, con un tamaño 20 veces superior a la Bolsa y presencia mundial, llegan a los 15,7 millones. Los ataques a Grasso han coincidido con una investigación a los especialistas de Wall Street, que ha sacado los colores al sistema manual de fijación de precios. La comunidad financiera está muy sensibilizada con los pagos excesivos a ejecutivos. Su control fue uno de los elementos de buen gobierno olvidados durante la euforia de los noventa, y fondos de pensiones como Calpers han vetado a consejos de administración en pleno por ser demasiado generosos consigo mismos.
Grasso también ha sido criticado cuando quiso introducir en el consejo de administración de la Bolsa a Sanford Weil, el presidente de Citigroup acusado de consentir que sus analistas engañasen al inversor. Y por estar en el consejo de una empresa, Home Depot, cotizada en la Bolsa que él mismo preside.
El diario The New York Times expresaba en su editorial de ayer el sentimiento de un mercado que no entiende que, en un momento de desconfianza, el primer mercado del mundo no predique con el ejemplo. Exhortó, además, a comenzar la revisión de los órganos que ahora son autorregulados por la propia Bolsa.
Nasdaq se suma a las críticas y reclama igualdad
El coro de voces que han criticado, no sin dureza, el millonario salario de Richard Grasso ha llegado a las más altas esferas, como demuestran las palabras de William Donaldson, presidente de la SEC. Pocos medios de comunicación han tenido piedad con Grasso y, aunque el mercado se ha mantenido al margen en este asunto, algunos inversores institucionales han alzado la voz para protestar por el sistema de negociación, manual y que deja la fijación de precios en manos de los especialistas.Aprovechando la situación, Nasdaq ha querido sumarse a las críticas sacando a colación una cuestión que le afecta directamente: ha pedido a la SEC que derogue la llamada regla 500. Esta norma de la Bolsa de Nueva York establece que, para que una compañía que cotiza en ella pueda abandonarla para trasladarse a otra (como Nasdaq), tiene que cumplir varias condiciones: aprobarlo el consejo de administración y el comité de auditoría, comunicarlo a los 35 mayores accionistas y esperar 20 días.La norma se conoce en el mundillo bursátil como 'el motel de las cucarachas', pues deja a las empresas entrar y no salir, tal y como, según los anuncios televisivos, hacía con este tipo de bichos un popular insecticida. Desde 1999 sólo una empresa ha dejado el mercado, mientras 75 han abandonado el Nasdaq.