Temor a convertir en guarderías los centros de educación infantil
La educación infantil y preescolar no han pasado desapercibidas a los partidos políticos. De hecho, la nueva Ley de la Calidad introduce una serie de medidas que afectan directamente a los niños de edades más tempranas. La creación de un sistema de carácter asistencial hasta los tres años y la gratuidad de la educación infantil en los centros privados concertados han sido dos de las decisiones más polémicas.
El ministerio exhibe un informe de la OCDE en el que se pone de manifiesto que 'en lo que concierne a la cobertura de la educación infantil y de la educación superior, la situación de España es destacada o incluso muy destacada. Así, la primera de ellas ofrece una tasa de escolarización para niños entre tres y cuatro años del 98,1%, superior en 34,4 puntos porcentuales a la media de la OCDE'.
Tanto el PSOE como IU creen que se necesitan más plazas públicas para las edades de entre tres y seis años. 'Creemos que la enseñanza del inglés se debería introducir ya en esta etapa porque es uno de los motivos que provocan el fracaso escolar', explica Carme Chacón, responsable del PSOE en materia educativa.
Sin embargo, lo que más ampollas ha desatado es la decisión de convertir en guarderías lo que hasta ahora se consideraban centros de educación infantil, es decir, la etapa que cubre hasta los tres años de edad. 'Somos partidarios de atender el 100% de la demanda que surja para niños entre cero y tres años, pero no queremos guarderías de carácter asistencial, es decir, almacenes de niños, queremos que sean centros de educación infantil con un modelo determinado y un concepto pedagógico', señala Franco González, portavoz de IU.
El responsable de Izquierda Unida argumenta que el PP está desmantelando el sistema que había hasta ahora, porque el Gobierno va a dar a los padres ayudas económicas para que lleven a sus hijos a los centros privados.
En el caso de la Comunidad de Madrid (gobernada por el PP) las escuelas infantiles llevan años teniendo fama por la gran calidad de sus instalaciones y servicios. Sin embargo, la oposición cree que esta fórmula ('puesta en marcha por el PSOE', según IU) se va a romper porque en vez de crearse más escuelas infantiles se van a conceder ayudas para los centros concertados. 'La Ley de Calidad apuesta por un modelo asistencial en vez de educativo', puntualiza González. En este aspecto, cree que los ayuntamientos deberían tener más competencias en la educación infantil.
Carme Chacón añade que se necesitan unas 250.000 plazas públicas de ámbito estatal para educación infantil, a las que habría que añadir las que proporcionen las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Franco González resume la política actual en materia educativa señalando que 'la Ley de Calidad recorta la capacidad de las comunidades autónomas, la LOU recorta la capacidad de los órganos de Gobierno de la propia universidad, y en preescolar, los centros de educación infantil pasan a convertirse en guarderías'.