París alerta sobre la fortaleza del euro y pide recorte de tipos

La actual fortaleza del euro frente al dólar empieza a ser un obstáculo para el crecimiento de la zona euro. Esta es la opinión del ministro de Economía, Finanzas e Industria de Francia, Francis Mer, que consideró ayer que la cotización de la divisa europea 'no es muy favorable para la economía comunitaria en términos de crecimiento'.

Mer, que había sostenido en ocasiones anteriores que el valor de euro no se convertiría en un problema hasta que superara los 1,20 o 1,25 dólares, ayer ya no pensaba lo mismo, ya que lanzó la voz de alarma con una divisa que ayer cotizaba en el entorno de los 1,15 dólares.

Ante estos temores, el titular de Economía francés señaló que 'quizá sería tiempo de utilizar el margen de maniobra monetario', con lo que reclamó al Banco Central Europeo (BCE) que tome cartas en el asunto y recorte los tipos de interés, fijados actualmente en el 2,5%, frente al 1,25% de los tipos estadounidenses.

Francis Mer pidió al BCE que actúe 'de manera inteligente', y precisó que la autoridad monetaria europea 'puede permitirse rebajar el precio del dinero porque el riesgo de inflación está lejos'.

Oídos sordos del BCE

Este nuevo llamamiento al BCE fue contestado ayer por Eugenio Domingo Solans, uno de los miembros del consejo de gobernadores del BCE, para precisar que esta entidad no se dejará influir por las opiniones de los Gobiernos europeos. 'Es bueno saber qué es lo que piensan los ministros, pero eso no influirá en las decisiones del BCE', dijo.

En medio de este cruce de consideraciones, el euro se debilitó ayer por segundo día consecutivo ante las expectativas de los inversores de que el BCE recorte el precio del dinero en la eurozona en su próxima reunión.

A media jornada la moneda única se cotizaba a 1,1494 dólares, frente a los 1,1488 dólares de la mañana. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) fijó ayer el cambio oficial del euro en 1,1499 dólares.

Tras la publicación del inesperado descenso del volumen de ventas del comercio minorista en EE UU, de un 0,1% en abril, el euro logró subir a 1,1517 dólares, si bien volvió a perder terreno posteriormente y cayó por debajo de 1,15 dólares.

El dólar se vio perjudicado por el elevado déficit por cuenta corriente estadounidense, así como por el diferencial de los tipos de interés entre EE UU y la zona euro, que favorece las inversiones en esta última región.

La divisa europea llegó a superar el lunes 1,16 dólares, un nuevo valor máximo de los últimos cuatro años, después de que el secretario estadounidense del Tesoro, John Snow, se manifestara a favor de un dólar débil al declarar que el debilitamiento de la divisa favorecía las exportaciones de su país.

El euro ha ganado un 40,6% frente al dólar desde su peor momento en septiembre de 2000, cuando tuvo que ser apoyado con intervenciones del BCE.

Algunos operadores consideran que la cotización de la divisa europea, que ha recuperado un 11% de su valor frente al dólar en lo que va de año, podría caer a 1,14 dólares los próximos días y después perder terreno hasta los 1,12 dólares.

Malos datos para la industria

La persistencia de la incertidumbre ante la recuperación de la economía mundial tras la guerra en Irak está afectando a la industria europea.En marzo, Francia e Italia volvieron a registrar caídas en su producción industrial. La industria gala sufrió un retroceso del 0,4%, mientras que la italiana cayó un 0,7%Este indicador en Francia, excluyendo la construcción, cayó un 0,4% el pasado mes, a causa del fuerte retroceso de la energía. Descontando el efecto de la energía, que cayó un 5,3% en marzo, el índice de la producción industrial avanzó en marzo un 0,6%, al tiempo que la construcción progresó un 0,9%. En marzo avanzaron también los bienes intermedios (+0,9%), la industria automovilística (0,9%) y los bienes de equipo (0,3%), mientras que retrocedieron las industrias agroalimentarias (0,4%) y los bienes de consumo (0,1%). En Italia la producción industrial acumula una pérdida del 1% en el primer trimestre. Los descensos fueron generalizados: en bienes de consumo, un -1,4%; en los de inversión, un -3,7%, y en intermedios, un -0,1%.