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Fondos bursátiles

La Bolsa alcista todavía no atrae a los inversores

Los fondos han recuperado en abril gran parte de las pérdidas gracias al mercado bursátil, pero el dinero no se fía

Las Bolsas reaccionaron al alza en abril, borrando de un plumazo buena parte de las pérdidas (no todas) que los fondos de inversión habían acumulado en los tres meses anteriores. Hasta el punto de que en abril solamente 118 fondos han perdido aunque en el conjunto de los cuatro primeros meses del año, a causa de la mala trayectoria del primer trimestre, los fondos con pérdidas, casi todos de renta variable, superan todavía las 600 entidades. Los fondos que registraron pérdidas en abril apenas representan un 2,5% del patrimonio total de los fondos de inversión domiciliados en España.

Abril ha sido, por lo tanto, una bocanada de aire fresco para los fondos, pero todavía resta un buen trecho para que los inversores puedan, primero, borrar las pérdidas que aún conservan un buen número de fondos y, segundo, para que puedan resarcirse de las pérdidas acumuladas en el conjunto de los tres últimos años.

Esta reacción bursátil, esperanzadora en la medida en que ha elevado en torno a un 10% el nivel general de precios de los fondos de Bolsa, no ha sido todavía suficiente para enganchar el interés de los inversores por los fondos bursátiles. Sin embargo, el mes de abril ha sido altamente positivo para el conjunto de los fondos en el aspecto meramente cuantitativo, con la entrada de unos 3.700 millones de euros.

El balance de los cuatro primeros meses desde el punto de vista del patrimonio de los fondos no ha podido ser más satisfactorio, ya que ha entrado dinero en cifras significativas, de forma que el patrimonio de los fondos ha aumentado en este periodo en más de 8.000 millones de euros. Parte de este aumento patrimonial se debe al incremento del valor de las carteras, pero otra parte (estimada en unos 1.700 millones de euros durante el mes de abril) refleja las entradas netas de dinero dirigidas hacia los fondos de perfil más conservador.

La subida de la Bolsa, en efecto, no ha sido argumento suficiente para que los inversores hayan desbloqueado todos sus temores ante los fondos de renta variable, que siguen inspirando muy escasa confianza entre los inversores. El patrimonio de los fondos bursátiles se mantiene estancado o incluso en baja. Su evolución refleja la propia evolución de los mercados, ya que las subidas o las bajadas de las Bolsas reflejan el valor de las carteras y los aumentos o disminuciones patrimoniales. Pero, en términos netos, las aportaciones son limitadas y las cancelaciones también son de escasa consideración.

La entrada de dinero está beneficiando casi de forma exclusiva a los fondos de inversión garantizados, es decir, a aquellos que tienen comprometida una rentabilidad para el inversor, por lo general relacionada con la evolución de un índice o cesta de índices bursátiles, pero siempre con la garantía de recuperar cuando menos el principal. En esta dirección es en la que han orientado sus estrategias de emisión y comercialización las gestoras de fondos durante estos primeros cuatro meses del año.

El cliente de productos de inversión sigue sin mostrar ninguna atracción por el riesgo, es decir, por colocar su ahorro en activos de renta variable. Tres años de pérdidas a sus espaldas son un argumento más que suficiente para demorar, por el momento, cualquier decisión que implique asumir riesgos de los que el pasado reciente ofrece malas experiencias de forma bastante generalizada. La evolución relativa de los fondos presenta algunas excepciones, pero siguen siendo muy minoritarias, entre otras cosas porque los fondos de Bolsa tienen en su mayoría una política de seguimiento estricto de los índices. Y los índices de renta variable han presentado pérdidas generalizadas en los últimos tres años y en la mayor parte de los seis últimos meses. Abril ha sido una excepción pero todavía sin capacidad persuasiva suficiente.

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