Madrid, la comunidad más cara para heredar
La supresión parcial del impuesto sobre sucesiones y donaciones, prometida como gancho electoral por el Partido Popular en las regiones donde gobierne después de los comicios del 25 de mayo, ha levantado un amplio debate sobre un impuesto considerado injusto y hasta regresivo por expertos y legos.
La cesión del tributo a las comunidades autónomas ha provocado en los últimos años una amalgama de normativas, con deducciones diferentes, de tal forma que heredar sale mucho más caro en unas que en otras.
Un reciente análisis efectuado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) pone en evidencia tales diferencias. En el País Vasco y Navarra, con regímenes fiscales propios, no se tributa por este impuesto. Del resto de comunidades, Madrid es en donde es más caro recibir una herencia, con una diferencia que llega a alcanzar los 2.000 euros por persona, con respecto a otras regiones.
Un ejemplo aclara esta cuestión. Un hombre casado en régimen de gananciales y con dos hijas deja como herencia un apartamento de 300.000 euros, una vivienda habitual de 400.000 euros y una cuenta corriente, abierta con su cónyuge, con 60.000 euros. El patrimonio previo de la viuda es de 410.000 euros; el de su hija de 20 años, de 5.000 euros; y el de la otra hija, de 24 años (minusválida con un grado del 40%), de 125.000 euros.
La deuda tributaria a pagar por su viuda una vez aplicadas las deducciones autonómicas sería de 468,6 euros si la familia residiera en Madrid. Esta cantidad se reduciría sólo a 275 euros si viviera en Cataluña, y a 356 euros si lo hiciera en Baleares. En Cantabria no pagaría nada, una vez que esta comunidad ha aprobado la reducción del impuesto en un 99%. En el caso de su hija de 20 años, las diferencias serían aún más sangrantes. La heredera pagaría 8.792,6 euros en Madrid. En Murcia, La Rioja y Valencia, 6.844,7 euros. En Cataluña, 5.322 euros (3.470 euros menos que en Madrid). En Cantabria, sólo 23 euros.
Hijos menores de 21 años
Las diferencias son también apreciables para su hija mayor minusválida. Pagaría 1.877 euros en Madrid, 1.705 euros en Castilla-La Mancha y 1.291,6 euros en Andalucía.
El PP ha prometido en su programa electoral la supresión gradual del impuesto a lo largo de la próxima legislatura. En primer lugar, la supresión afectaría sólo a las herencias de hijos menores de 21 años, para después extenderse a cónyuges y demás hijos, dejando aparte las donaciones. El presidente del REAF, Valentín Pich, advirtió ayer que el modelo actual, en el que las comunidades autónomas aplican deducciones diferentes, no podrá sostenerse por mucho tiempo, con independencia de las promesas electorales.
De hecho, ya se está produciendo un efecto dominó por el que las regiones vecinas a otras que han reducido el tributo tienden a hacer lo mismo para evitar la huida de sus contribuyentes a las zonas fiscalmente más favorables. Es el caso de Cantabria y La Rioja, que han aplicado amplias deducciones para paliar la práctica ausencia de gravamen en Navarra y País Vasco.
Pich considera que el impuesto debe mantenerse para no perder su función de control sobre el patrimonio, pero pidió la aplicación de un tipo mínimo, común a todas las comunidades, o altas bonificaciones, en un tributo que recauda 1.200 millones de euros al año en España.