Alemania acumula ya 13 meses de aumento del desempleo
La tasa desestacionalizada de desempleo volvió a subir en Alemania en abril y registra ya 13 meses consecutivos de incremento. La tasa pasó así del 10,6% registrado en marzo al 10,7%. Filtrados los factores estacionales, el número de parados se elevó 44.000 personas en abril y asciende ya a 4,46 millones, la cifra más alta en los últimos cinco años.
El futuro del mercado laboral constituye un auténtico desafío para la Administración Schröder. 'La situación no puede mejorar, dados los problemas estructurales y de la debilidad económica', señala dice la Oficina de Empleo en el comunicado emitido con las cifras. La directora del organismo, Florian Gester, reclamó al Gobierno que aplique de forma 'rápida y decidida' las reformas laborales destinadas a flexibilizar los despidos y reducir la cobertura por desempleo.
Gester advirtió a la Administración de que la Oficina de Empleo necesitará entre 6.500 y 7.500 millones de euros extra para pagar los subsidios si la tendencia actual persiste. Algunos analistas ya empiezan a anticipar que el número de parados, teniendo en cuenta los factores estacionales, alcanzará los cinco millones el próximo invierno.
Sin los efectos del calendario, las cifras muestran una ligera mejoría, ya que la tasa de paro cayó del 11,1% al 10,8%, con bajada del número de parados de 112.700, hasta los 4,495 millones.
Ese descenso es, sin embargo, menor de lo habitual en estas fechas. La situación es reflejo de la mala coyuntura económica. El país apenas ha crecido desde los dos últimos trimestres de 2001. El año pasado el PIB se incrementó un 0,2% y el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una anémica expansión del 0,5% para 2003.
Compañías como Siemens, Deutsche Bank AG o Infineon Technologies, el segundo fabricante europeo de chips, han programado nuevos recortes de personal para los próximos meses. Las posibilidades de que la inversión empresarial tire de la economía germana son remotas. La confianza de los empresarios está en el nivel más bajo en 16 meses. Este pesimismo se ve alentado por la caída de los beneficios. Así, Volkswagen ha reconocido una reducción de ingresos netos del 68% en el primer trimestre. Los empresarios sólo piensan ahora en reducir gastos.
El sector exportador, cuya pujanza evitó la recesión en 2002, también está pasando un mal rato. A la debilidad global de la demanda se suman las dificultades por la revalorización del euro. Desde enero, la moneda única se ha apreciado un 8,5% frente al dólar, restando competitividad a los productos europeos.