Ultimátum de Bruselas a EE UU para que cambie las ventajas fiscales a las empresas
La Comisión Europea impuso ayer una fecha límite a Estados Unidos para que cambie su legislación sobre ventajas fiscales a las multinacionales si no quiere enfrentarse a sanciones comerciales por valor de 4.043 millones de dólares a partir de enero.
'La Comisión revisará la situación en otoño (...) si no hay signos de que la adaptación está en marcha, la Comisión empezaría el proceso legislativo para la adopción de represalias el 1 de enero de 2004', dijo el comisario de Comercio, Pascal Lamy, en un comunicado.
El comisario lanzó la advertencia después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) aprobara la lista de productos que podrían ser objeto de sanción enviada por Bruselas. La organización eliminó con ello el último obstáculo para que la UE imponga los aranceles punitivos que el organismo comercial aprobó en agosto del año pasado.
La mayor represalia
La OMC consideró ilegal la práctica de la Administración de EE UU de conceder exenciones fiscales a las empresas estadounidenses que operan en el exterior. El monto de las sanciones (4.043 millones de dólares) es la mayor cifra aprobada por la OMC en represalias comerciales.
La UE ha dicho que no impondrá los aranceles punitivos siempre y cuando el Gobierno y el Congreso de EE UU hagan avances en la reforma de un sistema que, según Bruselas, otorga una ventaja comercial a gigantes como Boeing y Microsoft.
El representante comercial de EE UU, Robert Zoellick, ha pedido al Congreso que apruebe la modificación de la legislación para reducir las fricciones comerciales con la UE. En los últimos meses se han presentado dos proyectos, pero aún no se ha aprobado ninguno.
El mes pasado, cuando la Comisión y, posteriormente, el Consejo de Ministros aprobaron la lista de productos sancionables, el Departamento que dirige Pascal Lamy descartó fijar una fecha límite para que EE UU procediera a la reforma legislativa.
Entonces, los responsables comunitarios justificaban la decisión asegurando que se habían producido avances en la materia y que el Congreso estadounidense aprobaría las modificaciones una vez que hubiera dado salida al plan de recorte fiscal que actualmente debaten las Cámaras. Las dificultades para aprobar un plan de recorte de impuestos impulsado por el propio George Bush pero que mantiene divididos a demócratas y republicanos sobre su alcance apuntan a que el retraso se prolongará algunos meses más.
Con ese escenario, y en poco más de dos semanas, las posiciones de la Comisión se han endurecido. Pese al viaje de Zoellick a Europa para intentar cerrar la brecha abierta entre los dos lados del Atlántico en materia fiscal, el departamento dirigido por Pascal Lamy considera que no se han realizado los esfuerzos necesarios para modificar la legislación.
La disputa por los alivios fiscales es sólo uno de los conflictos entre los dos mayores bloques económicos del mundo y ambos han expresado su deseo de evitar una escalada en las tensiones.
Lamy y Zoellick se reunieron la semana pasada y se propusieron impulsar las negociaciones comerciales globales de la ronda de Doha y buscar soluciones para los conflictos bilaterales que mantienen en la OMC.