Bosques Naturales obtiene el sello de gestión que avalan los ecologistas
Bosques Naturales, empresa dedicada a la venta de plantaciones agroforestales a inversores institucionales y privados, se convertirá mañana en la primera compañía española que obtendrá la certificación forestal internacional (FSC) para sus fincas de Girona y Cáceres. Este sello está avalado por 530 asociaciones de defensa del medio ambiente y ecologistas. Hasta ahora, la única certificación que habían logrado las empresas españolas que querían demostrar la racionalidad en la explotación y aprovechamiento de la madera era el PEFC, que promueve la industria forestal europea.
La entrega del sello FSC a Bosques Naturales tendrá lugar mañana en el Ministerio de Medio Ambiente, con la presencia de Juan Carlos Aparicio, presidente de la Comisión de Medio Ambiente en el Congreso; Jamye Lawrence, el máximo representante en Europa de Smartwood, la auditora que evalúa la gestión de los candidatos al sello, y representantes de grupos ecologistas, como WWF/Adena o Greenpeace.
La certificación FSC avalará no sólo que Bosques Naturales gestiona correctamente dos de sus plantaciones en Cáceres y Girona, sino también su cadena de custodia, que garantiza un seguimiento del proceso de transformación de la madera desde la materia prima hasta el producto final. Según el último informe del FSC (siglas en inglés para Forest Stewardship Council), publicado el 28 de abril, hay otras 10 compañías españolas que tienen certificada su cadena de custodia.
Las plantaciones que han recibido el sello, con una extensión de 449 hectáreas, son una finca situada en los municipios de Pontós y Garrigás (Girona), en la que la especie dominante es el nogal, y otra ubicada en Madrigal de la Vera (Cáceres), con plantaciones de nogal, cerezo y fresno.
En opinión de Manuel Fernández, responsable de Medio Ambiente de Bosques Naturales, el proceso de certificación se ha centrado en cuatro puntos fundamentales: realizar un sistema de control integrado de plagas y reducir el uso de productos químicos, respetar el espacio entre las plantaciones y la vegetación natural, hacer pública una política de respeto medioambiental (talar y volver a repoblar) y especificar cómo se van a realizar los aprovechamientos forestales. Fernández asegura que este es sólo el principio de un largo camino, ya que Smartwood realizará hasta 2008 una auditoría anual sobre la evolución de las plantaciones.
La implantación de la certificación forestal en España es una muestra de la importancia que se le está dando a la protección de los bosques desde el ámbito empresarial e institucional, remarcada por el inicio de la tramitación en el Congreso a finales de abril de la nueva Ley de Montes, que sustituirá a la vigente de 1957. Según avanzó Elvira Rodríguez, ministra de Medio Ambiente, el nuevo texto legal parte con unas inversiones de 2.200 millones de euros para doblar el número de árboles por habitante (130 en la actualidad) en los próximos 30 años.