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Sanidad

Los nuevos gestores de la Jiménez Díaz subirán las tarifas a las aseguradoras para salir de la crisis

Ibérica de Diagnóstico y Cirugía ha puesto una pica en la sanidad pública madrileña al asumir la dirección de la Fundación Jiménez Díaz. El asunto no es baladí, pues en la carrera electoral no ha faltado la promesa de los candidatos de que construirán nuevos hospitales en la región.

'Hemos asumido la gestión por una cuestión de prestigio', explica Víctor Madera, consejero delegado de la multinacional IDC. La Jiménez Díaz es un reto profesional para cualquier compañía sanitaria que se precie. No sólo es un hospital de las dimensiones de Ramón y Cajal o La Paz y un centro que aun siendo de titularidad privada atiende regularmente un área de salud, 230.000 personas; además, 'está en quiebra', como califica Madera la situación del centro.

La última auditoría de Ernst & Young, correspondiente a 2001, desveló que la entidad perdió ese año 31,6 millones de euros, debía a los proveedores 60,10 millones y tenía un fondo propio negativo de 59,21 millones. En 2002, ya en el ámbito de influencia de la Comunidad de Madrid, el consejero José Ignacio Echániz se comprometió a pagar 85,94 millones, una cantidad que 'sigue sin cubrir los costes', a juicio de los nuevos gestores.

Para equilibrar el balance y obtener beneficios, IDC se propone reducir los gastos y mejorar el capítulo de ingresos aumentando las ventas.

El consejero delegado de la multinacional entiende que es básico 'conseguir que la unidad vendida salga más barata' y para lograrlo van, por un lado, a intentar incrementar el número de pacientes, o lo que es lo mismo, la cuota de mercado, y, por otro, renegociar con las aseguradoras, entidades colaboradoras y mutuas de tráfico las tarifas de servicio. También están decididos a mejorar el sistema de compras, aprovechando las sinergias y escalas del grupo.

El primer paso en esta dirección ha sido la firma de un nuevo convenio con la Comunidad de Madrid, que inyectará al centro más de 1.000 millones en 10 años.

Uno de los problemas que arrastraba la fundación era que el concierto con el Insalud 'históricamente había estado por debajo de coste y por debajo de mercado'. Es decir, los fondos que recibía La Concepción no eran suficientes para cubrir los gastos de funcionamiento del hospital, pero, además, eran menores que los de centros como Ramón y Cajal, La Paz o el Doce de Octubre.

El problema se está intentando subsanar. Este primer año, la clínica contará con 89,4 millones de euros, una cantidad inferior en seis millones a los gastos de 2001. Esta cuantía será aumentada cada año con el IPC más un punto. Durante 2004 y 2005, además, el convenio se incrementará un 3% adicional.

En cuanto a las aseguradoras, Madera señala que sus tarifas 'están bajo coste, pero no por debajo de mercado, como ocurría con la comunidad'. Estas entidades pagan lo mismo a La Concepción que a otras clínicas privadas de Madrid, lo que ocurre es que la Fundación Jiménez Díaz es un hospital

IDC también tiene intención de aumentar su facturación ampliando cuota de mercado. La compañía centrará sus esfuerzos en captar más clientes para la zona de privados del hospital, que sólo tiene un 3% del negocio madrileño; pero no descarta ampliar el número de clientes del área pública. Según sus estimaciones, y aun reconociendo que hay problemas de espacio, La Concepción podría atender un 20% más de pacientes.

Recién asumida la gestión, la multinacional pondrá en marcha en breve un programa de inversiones de 36 millones de euros. '¿En qué plazos? La pregunta no es cuánto vamos a tardar en soltar el dinero, sino en cuánto tiempo la clínica puede asumir la renovación. No sólo hay que mejorar el equipamiento tecnológico, es necesaria una importante reforma de las condiciones de confort del centro'.

Los nuevos gestores no quieren poner fecha a los beneficios, de los que ingresarán el 90% los primeros años, y se limitan a recordar que aún tienen que hacer frente a una deuda a proveedores de 60,10 millones, que la quita y espera ha rebajado a 49,88.

'Las nóminas deben ser transparentes'

La gestión de la Clínica de la Concepción siempre ha estado bajo sospecha, como lo han estado también muchos de los médicos que trabajan en el hospital. Mejor dicho, sus salarios. Un asunto al que IDC quiere dar 'transparencia y consenso', pero del que no quieren hablar.La Fundación tiene 2.000 trabajadores, de los que 270 son médicos y 180 ven a pacientes privados. La presión asistencial de 110 es muy alta y la de 70 muy baja.El hecho de que sean los mismos facultativos los que atienden a los pacientes de la pública y de la privada ha generado un sistema de retribuciones 'ambiguo'. Hasta el punto de que Víctor Madera asegura desconocer cómo y cuánto cobran por el servicio privado.El consejero delegado de IDC asegura que no va reducir costes en este capítulo, 'aunque sí queremos saber cuánto gana y por qué cada médico'. Tampoco se ha planteado una disminución de la plantilla, 'al contrario, si conseguimos aumentar la población, necesitaremos a la larga más trabajadores'.

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