Washington cuestiona el intervencionismo de la OPEP en el mercado petrolero
El secretario de Energía de EE UU, Spencer Abraham, defendió ayer el libre mercado en el sector del petróleo, frente a la actuación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que intenta controlar el precio fijando cuotas de producción. 'Mantenemos conversaciones positivas con la OPEP (...), pero EE UU cree que los mercados energéticos deben regularse por sí mismos', declaró Abraham en una rueda de prensa celebrada en Madrid con el ministro español de Economía, Rodrigo Rato, y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio. Rato presentó a Abraham la candidatura española como sede del proyecto ITER (Reactor Termonuclear Internacional Experimental, en sus siglas en inglés).
'Debería ser el mercado el que decidiera por sí mismo los niveles de producción y los precios, eso es lo que preferimos nosotros', señaló.
El mercado ha vivido meses convulsos, pero 'las profecías que situaban el precio del barril en 100 dólares no se han cumplido', resaltó Abraham. Las crisis en Venezuela, Nigeria e Irak llevaron al barril de brent, el indicador europeo, de los 22 a los 34 dólares. 'Pero no fue necesario liberar reservas estratégicas' durante la guerra contra Sadam Husein, un éxito inesperado en EE UU, explicó. El político estadounidense destacó que este hecho refleja la 'fortaleza del mercado' y 'los grandes beneficios' del diálogo entre productores y consumidores.
El responsable de la política energética de EE UU rechazó los continuos rumores sobre las intenciones de la Casa Blanca de hacerse con el control del petróleo de Irak. 'Los recursos naturales de Irak deben permanecer en manos del país. Lo que nuestro Gobierno pretende es hacer el mayor esfuerzo posible para que la producción de petróleo se pueda restablecer cuanto antes, con el objetivo de que todo Irak participe en las decisiones sobre el futuro del petróleo del país'. Abraham aprovechó para reivindicar que las sanciones que pesan sobre el país árabe, impuestas tras la primera Guerra del Golfo (1991), 'sean eliminadas cuanto antes'.