Las redes siguen echadas
Una semana antes de la invasión a Irak por los aliados anglo-estadounidenses, los fondos de alto riesgo echaron las redes en las procelosas aguas de la incertidumbre que llegaba. Los hedge funds tienen fama de ser grandes pescadores. Además, ganan estatura con las dificultades, porque es el océano en el que saben faenar. Las aguas pantanosas, las fáciles, no les interesan nada, porque en ellas puede pescar cualquiera.
Echaron las redes, en fin, y aún no las han recogido, como si no estuvieran conformes con los peces que ya hay atrapados en las mallas. Por eso, los índices aguantan cualquier movimiento negativo que genere el entorno.
Por eso, las correcciones duran muy poco, como la del viernes por un dato de crecimiento económico en Estados Unidos peor de lo esperado. Por eso, las noticias negativas no afectan el fondo del mercado, porque los pescadores quieren que las redes engorden más.
¿Cuándo decidirán sacar la pesca a tierra firme y recoger las redes a la espera de una nueva faena? Los observadores y conocedores de este tipo de gestores recomiendan prestar mucha atención a los volúmenes de negocio. Consideran que un alza súbita de la negociación en un día de júbilo alcista puede significar el comienzo de la retirada de estos fondos.
Una vez más los mercados siguen, por tanto, las indicaciones de los fondos de alto riesgo y éstos, las posiciones con futuros que son las que sirven para que el subyacente mejore los precios. En las últimas semanas no se ha observado lo que los técnicos denominan distribución, que generalmente se trata del intercambio de cromos desde unas manos, las fuertes, a otras, las débiles.
No parece, por tanto, que exista peligro de hundimiento inmediato por muy malas que sean las referencias económicas, que lo son, tanto en Estados Unidos como en la zona euro. Eso, por ahora, no cuenta en los mercados.