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Acuerdo

Mastercard sella un pacto para evitar el juicio por las tarjetas de débito

Gleeson no fue pródigo en palabras. 'Por lo que se refiere a Mastercard, el caso está liquidado', dijo para añadir que se había cerrado entre los demandantes y la emisora de tarjetas lo que se puede llamar el 'acuerdo de las 11 horas'. Acto seguido el juez ante el que se comenzó ayer el delicado proceso de seleccionar los miembros del jurado que deben intervenir en la causa, impuso el secreto en los términos de este acuerdo que desde todas las partes se esgrimió para evitar hacer declaraciones.

Desde Visa, tampoco se quiso valorar el impacto sobre la firma de este sorprendente cambio de escenario de última hora, sin embargo su vicepresidente en EE UU, Daniel Tarman, dijo ayer en un comunicado que su firma está determinada 'a mostrar en un juicio que nuestras prácticas son legales, apropiadas y en el interés de los consumidores'

Mastercard ya trató sin éxito que el juez aceptara un contencioso separado del de Visa hace un mes. La compañía era el demandado menor en este juicio, cuyo origen se remonta a 1996, cuando estas firmas obligaron a comerciantes de todo EE UU a aceptar todas sus tarjetas. Al ser estas empresas líderes en crédito tuvieron que ser aceptadas también las de débito, que llevaban una comisión mucho mayor que las de la competencia y por lo tanto son perjudiciales para el comercio. La demanda fue interpuesta por miles de grandes y medianos comerciantes aunque es el gigante de la distribución, Wal Mart, el que la ha liderado. El jurado que ayer se eligió tiene, en esencia, que decidir si Visa conspiró para usar su posición de dominio en el mercado de crédito para también dominar en el del débito y debilitar la competencia regional en este mercado además de imponer una severa cortapisa a la política de 'se aceptan todas las tarjetas'.

El juez Gleeson ya ha dado por hecho probado que Visa controla el 60% del mercado del crédito en este país y puede forzar a los comerciantes a aceptar un producto que no quiere.

Ferozmente competitivo

Según Tarman, el mercado del débito es 'ferozmente competitivo y los consumidores se han beneficiado del actual sistema de pagos'. Los demandantes aún tendrían que haber probado ante el tribunal y el jurado que Mastercard, con un menor porcentaje de mercado (un tercio del total del crédito) podría haber utilizado o no esa posición de dominio para promocionar las tarjetas de débito.

En juego están unas compensaciones que aún quedan por perfilar pero que van a ser multimillonarias y que pueden ascender hasta los 45.000 millones de dólares. Un veredicto negativo para Visa y una multa de este calado es sin duda perjudicial para la entidad pero también lo es el hecho de que puede afectar también a los ingresos por estas altas comisiones aparejadas a las tarjetas de débito. Según un informe de Nilson Consumers citado ayer por la agencia Bloomberg, el año pasado las tarjetas de débito de Visa y Mastercard se usaron para hacer compras por valor de 317.800 millones de dólares, lo que les supuso unas comisiones de 4.800 millones.

Pero Visa no será la única firma perjudicada, ya que aunque no hay ninguna referencia a entidades bancarias en la demanda, estas firmas son asociaciones que pertenecen a los bancos que emiten estas tarjetas y terminarán pagando la cuenta. No obstante, el juicio está lejos de ser el final de esta historia judicial, ya que se prevé que haya un largo proceso de recursos.

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