El euro retrocede ante la barrera de los 1,1 dólares
Las incertidumbres que planean sobre la recuperación de la economía estadounidense, alimentadas por unos débiles indicadores económicos han vuelto a aupar al euro a una situación de fortaleza respecto al dólar que se ve con reticencia desde muchas empresas. En la sesión de ayer, la divisa europea llegó a rebasar la barrera de 1,1 dólares, un nivel que se considera incómodo para el desarrollo de las exportaciones
En el inicio de la jornada en los mercados europeos, la moneda única retrocede ante lo que parece una resistencia que a pocos interesa que se supere, los 1,1. En el mercado de Francfort, un euro se cambia por 1,0949 dólares a las 13.00, hora española, frente al cruce de 1,0970 que se fijó ayer, por lo que se deprecia un 0,2%. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), ha fijado el cambio oficial del euro en 1,0944 dólares.
En el mercado de divisas de Tokio, el euro subió ligeramente frente a la moneda japonesa y se intercambió a 131,57 yenes, en comparación con los 131,44 de la mañana. Con la moneda estadounidense se depreció marginalmente y cotizó a 1,0958 dólares, frente a los 1,0963 del inicio del día.
Por su parte, el dólar estadounidense se fortaleció frente al yen debido a que la retirada de beneficios, por parte de los cambistas que habían comprado euros durante la sesión neoyorquina, provocó la compra de dólares. Sin embargo, los analistas añadieron que las crecientes incertidumbres acerca de la economía de Estados Unidos provocarán la venta del dólar en los próximos meses. El estado de la economía estadounidense a largo plazo continúa siendo la mayor preocupación del mercado, aunque a corto plazo los inversores están dispuestos a examinar, por ejemplo, los informes sobre los ingresos corporativos.
Los cambistas comentaron también que aunque se da por concluida la guerra en Irak, las implicaciones de Estados Unidos en la región de Oriente Medio continuarán preocupando a los participantes del mercado. Además, aunque las condiciones económicas son desfavorables tanto en Japón como en Estados Unidos y en la "zona euro", muchos inversores prefieren apostar por la moneda comunitaria ya que perciben con mayor optimismo la situación económica de la Unión Europea, dijeron los analistas.