Yukos controla la cuarta parte del crudo ruso tras la compra de Sibneft
Los gigantes del petróleo contarán a partir de ahora en sus primeros puestos con una nueva compañía rusa. La, hasta ahora, segunda empresa petrolera del país, Yukos Oil, anunció ayer el acuerdo por el que comprará una quinta parte de su rival Sibneft, la quinta empresa del sector. Con esta operación nace un nuevo gigante en el sector con un valor de mercado inicial de 33.000 millones de euros.
La nueva compañía, denominada YukosSibneft, se sitúa en sexto lugar por capitalización en el ranking mundial de petroleras cotizadas y cuenta con reservas de casi 21 millones de barriles de petróleo. El nuevo gigante ruso extraerá 2,4 millones de barriles de petróleo al día, casi el 25% de la producción de crudo de Rusia, que se sitúa en segundo puesto por detrás de Arabia Saudí en cuanto a producción global de petróleo. Y es que la nueva compañía superará en un 40% la producción del actual líder ruso Lukoil. YukosSibneft empleará a 150,000 personas y dispondrá de 2.500 estaciones de servicio, la mayor red de una compañía rusa, comprendidas entre el Océano Pacífico y San Petersburgo.
'El nuevo gigante industrial alcanzará mayores eficiencias de negocio y se acercará a nuestro objetivo de convertirnos en el líder del mercado de energía mundial', manifestó ayer el presidente ejecutivo de la nueva compañía y actual cabeza de Yukos, Mikhail Khodorkovsky, el hombre más rico de Rusia. Junto a él y a un grupo de consejeros independientes, que serán elegidos más adelante, se situará el actual presidente de Sibneft, Eugene Shvidler, como director de la nueva compañía.
Los términos del acuerdo ahora pactado, y que se espera se cierre a finales de este año, no dejan de presentar cierta complejidad. La operación incluye la venta del 20% de las acciones de Sibneft por 3.000 millones de dólares (2.760 millones de euros). Yukos ofrece al resto de accionistas un 0.36125% de la nueva compañía por cada 1% que posean de Sibneft.
Khodorkovsky aseguró que más adelante se presentará una 'oferta justa' para los accionistas minoritarios; según la legislación rusa, no es obligatorio que se ofrezca el mismo precio a todos los accionistas al absorber una compañía.
Antes de concluir la operación, Yukos pretende incrementar su nivel de endeudamiento y está considerando un posible reparto de dividendos.
Los analistas consideran que la industria rusa estaba excesivamente fragmentada. 'La operación ha creado un gigante difícil de ignorar', asegura Denis Rodionov, de Brunswick UBS, en declaraciones a Bloomberg. La compañía centrará sus operaciones en crecer hacia el oeste de Siberia y el Ártico ruso, dados los altos precios de extracción en Rusia.
Las acciones de ambas compañías saltaron un 2% tras el anuncio, pero cerraron la jornada con subidas del 1,18%, hasta los 11,18 dólares para Yukos, y del 1.27%, hasta los 2.40 dólares en Sibneft.
Un mercado abierto a más operaciones
La operación entre las compañías rusas Yukos y Sibneft tiene lugar a los dos meses de que British Petroleum decidiera invertir 6.440 millones de euros para crear una joint venture con la tercera petrolera rusa Tyumen Oil Company (TNK) y se convierte en la segunda gran operación del mercado ruso tras tres años de reestructuración. La operación deja al descubierto a la actual primera productora del país, Lukoil, que se sitúa por detrás de la española Repsol YPF en cuanto a capitalización bursátil con 12.920 millones de euros.Los analistas consideran que la compañía no dispone en la actualidad de un plan de negocio claro. 'Lukoil está sometida a una gran presión para obtener mejores resultados financieros', asegura Adam Landes, analista de Reinassance Capital en declaraciones a Reuters. Otros analistas consideran que es precisamente ahora cuando Lukoil necesita un aliado en el sector. 'No está claro quién podría ser', dice Kaha Kiknavelidze de la agencia rusa Troika Dialog.La hasta ahora cuarta compañía rusa, Surgutneftez, podría ser el próximo objetivo, ya que, según estos analistas, el activo está infravalorado. La compañía se ha blindado fuertemente frente a posibles adquisiciones, ya que el 70% de su capital está en manos de su consejo de la dirección.'Lo más importante para atraer a la inversión es un régimen fiscal estable', concluye el vicepresidente de BP, Robert Dudley, para quien la adquisición de ayer es una 'operación tremenda'.