Menem propone vincular de nuevo el peso al dólar para asegurar su valor
Menem, a quien el último sondeo conocido -difundido el lunes- coloca a la cabeza de la intención de votos, se pronunció ese mismo día en favor de un retorno al sistema de convertibilidad que mantuvo el peso atado al dólar durante toda la década pasada.
'No habrá emisión espuria de moneda, el peso volverá a estar estrictamente respaldado en dólares, y aseguraremos el respeto irrestricto del derecho de propiedad y la inviolabilidad de los contratos', dijo el ex presidente ante un grupo de seguidores reunidos en un hotel de Buenos Aires para escuchar sus propuestas de gobierno. En este sentido, Menem prometió reimplantar la posibilidad de ingresar, obtener créditos y realizar contratos en dólares.
Por otra parte, reafirmó que un eje central de su hipotético gobierno será combatir a los delincuentes y a los parados que protestan en las calles con la política, e incluso con las Fuerzas Armadas 'cuando sea conveniente y necesario'. Menem y Ricardo López Murphy, un ex ministro del destituido presidente Fernando de la Rúa que también se postula para la presidencia, han hecho especial hincapié en la necesidad de utilizar a las fuerzas de seguridad para superar una situación que consideran caótica.
Pero ninguno de los dos supera una intención de voto del 16% o el 17%, al igual que los otros dos candidatos peronistas, Néstor Kirchner -apoyado por el presidente Eduardo Duhalde- y Adolfo Rodríguez Saá, efímero presidente argentino en la última semana de diciembre de 2001. Esta situación de dispersión y fragmentación de la intención de voto de los argentinos es el resultado de la fuerte desconfianza reinante hacia los políticos, que se ha traducido en una campaña electoral en la que la apatía y el desinterés han sido los rasgos distintivos.
Menem y Kirchner lideran las encuestas, seguidos por López Murphy. Por detrás de éste se ubica la candidata de centro-izquierda, Elisa Carrió, y en quinto lugar, Rodríguez Saá. El resto de los candidatos se ubican muy lejos de estos cinco que obtienen el favor de entre el 12% y el 18% de los votantes cada uno. Lo que significa que podrían acaparar entre el 60% y el 70% de los votos.
Pero la mayoría de los sondeos señalan que los dos candidatos que pasarán a la segunda vuelta serán Menem y Kirchner. En cualquier caso, el ex presidente cuenta con el mayor rechazo de todos los políticos argentinos en las encuestas de opinión, con más del 50% de imagen negativa.
En estas elecciones, que se celebrarán en un contexto de crisis económica y protestas constantes en las calles de todo el país, ninguno de los principales candidatos han presentado un plan de gobierno concreto respecto a los dos temas más acuciantes: la reactivación económica y la renegociación de la deuda externa de más de 150.000 millones de dólares.
Esto hace que los ciudadanos estén más inclinados a votar por obligación que por convicción, ya que, por otra parte, los candidatos más publicitados por la prensa pertenecen a los dos partidos históricos hoy en crisis, el peronismo y el radicalismo, o son disidentes de ambos.
Así, aunque están habilitados para votar 25 millones de personas, los sondeos muestran que alrededor de un 20% anulará su sufragio o votará en blanco, en tanto que el porcentaje de abstención podría rondar el 10% o más. La gran pregunta, entonces, es cuánta gente concurrirá a votar en la segunda ronda del 18 de mayo y cuál será el porcentaje real de votos en el que se sustentará el poder del próximo presidente argentino. La perspectiva de un nuevo Gobierno débil y con poca base de apoyo planea amenazante sobre el futuro político y económico del país.
La deuda
Al día siguiente de las elecciones del domingo próximo, una misión del Fondo Monetario Internacional llegará a Buenos Aires para mantener entrevistas con los dos candidatos mejor colocados y con sus equipos económicos.
Fuentes del organismo confirmaron que el lunes 28 de abril estarán en Buenos Aires el representante permanente del Fondo en Argentina y subdirector para el hemisferio occidental, John Dodsworth, y un grupo técnico coordinado por el economista del organismo para el Cono Sur, John Thornton.
Los funcionarios del FMI plantearán la necesidad de un nuevo y fuerte ajuste en las cuentas públicas que haga posible que el país pueda reanudar el pago de la deuda externa en los próximos meses. Al respecto, debe recordarse que el actual acuerdo entre Argentina y el Fondo, por el cual se permitió que este país aplazara el pago de sus deudas con las organizaciones multilaterales de crédito, concluye el 31 de agosto. Esto significa que el nuevo presidente tendrá un máximo de 90 días para renegociar con el FMI.
El organismo de crédito pretende, según las fuentes, que el Congreso argentino vote una serie de leyes económicas y que se genere un superávit fiscal del 4% del PIB, como en Brasil, para garantizar que Argentina vuelva a pagar su deuda con los acreedores privados y de los organismos de créditos internacionales, como el propio FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
Sin embargo, el portavoz del Fondo, Tom Dawson, quien anunció ayer en Washington la designación de Dodsworth como representante de la institución en Buenos Aires, dijo que no creía que los funcionarios del FMI que integran la misión 'tengan contactos con los candidatos'. Según sus palabras, la misión que llegará el lunes 'es parte de la revisión normal prevista en el calendario fijado cuando se aprobó el programa, por lo que es independiente del calendario electoral'.
Pero las fuentes ya citadas del organismo insistieron en recalcar que los hombres del Fondo visitarán a los dos candidatos que disputarán la segunda ronda y que también tiene proyectado visitar a banqueros, empresarios y empresas de sondeos, para evaluar las condiciones políticas del país. El otro punto clave del planteamiento del FMI es la necesidad de un reordenamiento rápido del sector bancario argentino.