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Posguerra

El control del petróleo iraquí vuelve a dividir a las grandes potencias

Los países que defienden el levantamiento inmediato de las sanciones, EE UU, Reino Unido y España entre otros, sostienen que tras la caída del régimen de Sadam Husein carecen de sentido las restricciones impuestas al comercio iraquí. Pero otros miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas recuerdan que las resoluciones de la ONU establecen claramente que la condición para adoptar tal medida es el desarme de Irak, argumento que utilizó EE UU para justificar el uso de la fuerza contra Irak. Y para ello, es obligatoria la vuelta de los inspectores y que certifiquen la ausencia de armas de destrucción masiva.

De otra forma, 'el levantamiento de las sanciones a Irak sería visto como una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y afectaría a la unidad y autoridad de este organismo', indicaron fuentes del Kremlin.

'Ahora corresponde a la ONU, naturalmente, definir las modalidades del levantamiento', declaró ayer el presidente francés, Jacques Chirac. La presidencia griega de la UE abogó ayer por levantar el embargo 'una vez que la situación se normalice'.

Si se cumplen los procedimientos establecidos por la ONU, la reanudación de las exportaciones de petróleo iraquí se demorarían varios meses. Un tiempo que EE UU no desea perder, para utilizar ese dinero para pagar los costes de la reconstrucción. Pero que para otros países, como Rusia, resulta vital para negociar el estado de los contratos que sus petroleras mantienen en Irak.

Según altos mandos estadounidenses, la industria iraquí podrá reanudar en un mes las ventas de petróleo en dos tercios de los niveles previos a la guerra, que eran de 2,5 millones de barriles por día. La mayor petrolera rusa, Lukoil, tiene un contrato de 3.700 millones de dólares para explotar el campo iraquí de West Qurna. Y Rusia intentará hacer valer la vigencia de ese contrato a cambio de acceder a la petición de EE UU de condonar los 8.000 millones de dólares que Bagdad adeuda a Moscú.

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, informó ayer de que Francia, Alemania, Reino Unido y España ya han estado trabajando sobre una batería de resoluciones de la ONU, no una sola, sobre aspectos concretos de la posguerra, como el levantamiento de sanciones, la presencia de los inspectores y el papel de las instituciones financieras internacionales.

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) apuestan por que EE UU impondrá sus criterios e Irak reanudará más pronto que tarde sus exportaciones. En un mercado con exceso de oferta, descenso de la demanda por el fin del invierno y débil actividad económica, las posibilidades de un descenso brusco de los precios del crudo aumenta.

Por ello, Irán, Qatar e Indonesia se sumaron ayer a la petición de Argelia de acordar una reducción de la producción del cartel de entre 1,5 y 2,5 millones de barriles diarios sobre la cuota oficial declarada de 24,5 millones.

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