Las fuerzas estadounidenses toman Tikrit y anuncian que el fin de la ofensiva se acerca
Comienza ahora una fase de peligrosa inestabilidad marcada por las emboscadas mortales de paramilitares que se niegan a aceptar la realidad de la derrota, bandas de saqueadores asolando las ciudades y disputas tribales por el poder en el Irak post-Sadam.
'Claramente hemos llegado a un punto en el que las operaciones militares destinadas a acabar con el régimen de Sadam Husein están terminando', reconoció ayer el subdirector de Operaciones del Comando Central, el general de brigada Vicent Brooks. Apoyados por helicópteros y aviones, los tanques del Ejército de EE UU tomaron ayer posiciones en la plaza central de Tikrit. Las tropas tomaron la plaza después de combatir a los militares iraquíes, que ofrecieron una resistencia 'menor de la esperada', según reconoció Brooks. En las afueras de la ciudad permanecen reductos aislados leales al régimen.
Un centenar de vehículos blindados ha sido desplegado en la ciudad. Las fuerzas estadounidenses que inspeccionaron la zona constataron que muchos comercios y fábricas de la ciudad habían sido saqueados. Los militares han bloqueado las entradas a la localidad, mientras la mayoría de los ciudadanos permanece encerrada en sus casas, sin dar ninguna muestra de júbilo ante la llegada de los 'libertadores'.
Los estrategas estadounidenses reconocen que aún habrá combates con 'fuerzas irregulares', como sucedió ayer mismo en las calles de Bagdad. Pero los objetivos prioritarios son ahora la seguridad y la estabilidad.
Las fuerzas ocupantes han reaccionado al caos y al bandidaje, que están sacudiendo las principales ciudades del país. Los marines estadounidenses y los soldados británicos han empezado a patrullar las calles y han realizado ya las primeras detenciones de saqueadores. La violencia es tan extrema que numerosos antiguos agentes de policía se han presentado voluntarios para restablecer el orden. Hasta el momento, la cifra de agentes que han vuelto a vigilar las calles es de 2.000. En la capital, la policía estará al cargo de un nuevo cuerpo creado el domingo y denominado Administración civil de Bagdad, estará dirigido por Mohamed Al Zubeidi, una de las figuras más relevantes del Consejo Nacional Iraquí, una formación fundada por el líder opositor Ahmed Chalabi.
A medida que la ofensiva militar cede, comienzan los preparativos de la reconstrucción. Representantes de EE UU, Reino Unido, Australia y Polonia y de diversos grupos de la sociedad iraquí, incluidos líderes de la oposición, celebrarán hoy en Nasiriya la primera de una serie de reuniones destinadas a determinar esa autoridad. 'La reunión de mañana en Nasiriya es el inicio del diálogo nacional entre los iraquíes sobre el futuro de su país', dijo un representante del Gobierno del presidente estadounidense, George Bush. El representante indicó que a ese foro asistirán 'entre 70 y 75 personalidades que representan diversas posiciones iraquíes'. El general de brigada, Tim Cross, máxima autoridad británica en los esfuerzos de reconstrucción, declaró ayer que espera que el Gobierno provisional esté listo en dos semanas. Cross admitió que la formación de un Gobierno electo democráticamente llevará más de los seis meses previstos inicialmente.
Por otra parte, la polémica sigue persiguiendo a los argumentos de Washington para lanzar la guerra. Dos inspectores de armas de la ONU declararon en un reportaje emitido ayer en la televisión pública alemana que el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, mintió ante la ONU y aportó pruebas falsas sobre la tenencia de armas prohibidas por parte de Irak.