El grupo Ahold venderá activos antes de plantearse una fusión
El grupo de distribución holandés Ahold ha optado por poner en marcha un programa de venta de activos que le permitan generar caja y recuperar la confianza de los inversores antes de llevar a cabo una fusión en los próximos años. Según fuentes internas de la compañía consultadas por la agencia Reuters, el grupo se ve obligado a desprenderse rápidamente de joyas de su imperio e incluso se estaría planteando la desinversión de algunos de sus activos en Holanda.
Sin embargo, una venta precipitada de filiales podría no dar los resultados apetecidos, por lo que Ahold se debate entre la necesidad de vender y la conveniencia de tomarse algo de tiempo para conseguir el mejor precio por los activos que quiere vender.
Los medios citados explican que el espíritu de Ahold, en referencia a la filosofía de empresa que ha hecho posible la creación del tercer grupo de distribución del mundo, no cambia de un día para otro. 'Ahold no hará anuncios espectaculares hasta junio o julio, cuando tenga ya elaborados sus estados financieros correspondientes a 2002', dicen.
Hasta el momento, Ahold ha anunciado únicamente su decisión de retirarse de Latinoamérica, una decisión madurada ya a finales del año pasado, cuando las finanzas de la compañía se vieron afectadas por la recesión de la zona y las sucesivas devaluaciones monetarias, y ha optado por poner en venta sus actividades de hipermercados en Asia.
De acuerdo con las fuentes citadas, el grupo mantendrá las filiales estadounidenses que la han convertido en el grupo de distribución líder en la costa este, Stop & Shop, Bi-Lo y Giants and Tops. Conservará la totalidad de sus operaciones en Holanda, quizá sólo con la excepción del 73% de grupo de tiendas descuento Schuitema.
Todos los activos fuera del negocio central citado en Estados Unidos y Holanda son susceptibles de venderse, en dependencia directa de las necesidades de financiación con las que vaya encontrándose la compañía.
Ahold controla el 50% de una joint venture con el grupo ICA en Suecia y el 49% en una sociedad conjunta con el número dos de la distribución en Portugal, Jeronimo Martins.
La plena integración de las diferentes filiales llevada a cabo en España y las operaciones en el este de Europa hacen que cualquier decisión de venta de estos negocios de forma selectiva sea enormemente compleja.
La crisis que hoy tiene situada al grupo Ahold en el filo de la navaja se disparó el pasado 24 de febrero cuando anunció que debido a manipulación contable en su filial estadounidense Foodservice se veía obligada a reducir sus beneficios de 2001 y 2002 en 500 millones de dólares.
El anuncio provocó la destitución de su consejero delegado, Cees van der Hoeven, y de su director financiero e hizo que la cotización de las acciones cayera un 64%.
Retraso en la elaboración de las cuentas
El grupo Ahold pedirá a sus accionistas en la junta que ha decidido celebrar el próximo 13 de mayo autorización para retrasar la presentación de resultados de 2002. La compañía de distribución pedirá autorización para demorar estos resultados seis meses como máximo.Según una portavoz de la compañía, Ahold necesita autorización de sus accionistas para poder finalizar la auditoría de sus cuentas y cumplir los compromisos que suscribió con un grupo de bancos que le prestaron, a finales del pasado mes de febrero, 3.100 millones para estabilizar su situación financiera.Este crédito estaba garantizado con las acciones de algunas de sus filiales y condicionado a que la compañía presentara los estados contables de sus subsidiarias Stop & Shop y Albert Heijn el 31 de mayo y las del grupo consolidado el 30 de junio.La junta de accionistas votará también el nombramiento de Dudley Eustace como miembro del comité ejecutivo de Ahold Corporate y de Jan Hommen -actual director financiero de Royal Philips- como componente del comité de vigilancia de la compañía.