El PP Europeo intenta pasar página a la crisis
Tiene Europa futuro después de la crisis de Irak?, se preguntaba el viernes en Madrid el ex primer ministro francés Alain Juppé, convocado por José María Aznar a unas jornadas del Partido Popular Europeo sobre los retos de la Unión. La respuesta se la ofrecía entre líneas la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, al mantener que la guerra va a servir de revulsivo para que los socios comunitarios agilicen el debate sobre la futura Constitución, lo que no excluye, dijo, el riesgo de un posible fracaso.
A corto plazo, el éxito o la derrota se medirá a partir de la capacidad de acuerdo de los Quince sobre dos proyectos básicos de la arquitectura europea: la aceptación o no de la mayoría cualificada como regla general para la adopción de decisiones y la creación de la figura de un ministro de asuntos exteriores. La opinión más extendida en el Gobierno español es que no habrá pacto ni en estos ni en otros asuntos hasta que escampe.
'Pese a las diferencias sobre la guerra, debemos esforzarnos en crear una política de defensa común. No habrá Europa sin una fuerte cooperación entre Francia y España, llamados a superar sus diferencias sobre la guerra', afirmó el italiano Antonio Tajani, vicepresidente del PPE.
Pero, al igual que sus compañeros de partido, no ofreció ni recetas ni calendario. De momento, la cita más clara es la próxima cumbre sobre Defensa convocada por Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo, a la que la ministra Ana Palacio intentó quitar hierro para no profundizar en la herida abierta por la guerra de Irak. La única propuesta novedosa fue la del francés Pierre Lequiller, otro de los vicepresidentes del PPE, quien proclamó la necesidad de plantear los objetivos de una defensa europea común mediante un método parecido al del euro. 'Habría que establecer unos criterios y establecer plazos de cumplimiento a tres o cuatro años'.
La ministra Ana Palacio le salió al paso en seguida con una pregunta que quedó en el aire: ¿Y quien establece los criterios de convergencia en una materia tan delicada como es la Defensa?
Gastos militares
Los Gobiernos de los países que más se han quejado del pobre papel jugado por la UE en la crisis iraquí son algunos de los que encuentran más dificultades para trasladar a sus opiniones públicas la necesidad de aumentar los gastos en Defensa.
Según el alemán Elmar Brok, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, las inversiones de la Unión Europea en este terreno sólo suponen el 40% de las que realiza Estados Unidos. Una política de defensa común, argumentó, alumbraría un posible pool europeo para comprar armamento, con la consiguiente reducción de costes.
Son ideas que quedaron también en el aire, porque en lo único en que sí se esforzaron los líderes del Partido Popular Europeo fue en subrayar la necesidad de reforzar la relación con Estados Unidos.
Ante la sonrisa complaciente de Aznar, Alain Juppé aseguró: 'Hay que reforzar la relación transatlántica. Cada país debe clarificar ahora sus posiciones'.