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El espejo de los fondos

Movimientos laterales

Juan Ignacio Crespo

La jerga de los diferentes oficios o profesiones suena abstrusa a quienes no están habituados a escucharla. Eso suele suceder con la expresión 'movimiento lateral' de las Bolsas, que sólo es una imagen con la que describir los periodos en los que ni suben ni bajan. Es decir, cuando parece que se desplazan (¡si es que un índice o una cotización pudiera desplazarse!) entre un par de líneas paralelas y horizontales (un 'canal' horizontal, también en la jerga).

Desde hace tres años, el índice Ibex 35 parecería que hubiera sufrido tres largos periodos de desplazamiento horizontal o lateral, el último desde julio del año pasado y con los límites superior o inferior (resistencia y soporte... en la jerga, naturalmente) situados aproximadamente en 6.700 y 5.400 puntos. Tras nueve meses oscilando dentro de esta banda, el Ibex 35 está en el mismo nivel que estaba: cercano a 6.500.

¿Qué han hecho en ese mismo periodo los fondos de renta variable española? No se han despegado mucho del índice, con un rendimiento promedio de -1,54%, aunque con una dispersión bastante grande entre la rentabilidad más alta, 9,1%, del fondo Atlántico Dividendo Plus, y la más baja, HSBC Spanish Equities, -14%.

La guerra toca a su fin y una vez más surgen preguntas sobre la Bolsa y la economía. Cualquier respuesta tiene mucho de brindis al sol

La guerra de Irak está tocando a su fin y una vez más surgen las preguntas: ¿qué pasará con la Bolsa?, ¿qué pasará con la economía? Cualquier respuesta tiene mucho de brindis al sol, dados los imperfectos mecanismos de predicción y de análisis de que disponemos, y suele tener mucho más de especulación filosófica que de ciencia exacta. Por eso hay que tomarlas todas cum granu salis.

Uno de los elementos que ayuda a predecir el comportamiento de las Bolsas es la marcha real, y la prevista, de la economía. Aunque también se admite que la evolución de las Bolsas ayuda en muchas ocasiones a predecir la de la economía. El problema es que dichas las dos cosas a la vez, parece un círculo vicioso. Que hay que cortar de alguna manera. Veamos.

Cuando se inicia la caída de las Bolsas desde el máximo que marcó el índice Nasdaq Composite en marzo de 2000, nadie piensa que a la vuelta de la esquina espera una recesión. Si se observa la Bolsa y la economía de EE UU desde entonces, parece como si fuera intercalándose un movimiento lateral entre cada periodo de caída de las Bolsas y cada momento de debilidad económica (definido o no oficialmente como recesivo). O dicho de otra manera, parece que las Bolsas hubieran estado, en estos tres últimos años, marcando un compás de espera entre el ajuste a la baja que hacen ante cualquier sospecha de debilidad económica y la llegada de los datos definitivos que puedan confirmar o descartar esa sospecha. Y así hasta tres veces desde que se inició el mercado bajista. La penúltima, hasta abril del año pasado en que se inició una nueva caída de los índices que podríamos asociar con el posterior debilitamiento de la economía en el segundo y cuarto trimestre de 2002. El siguiente compás de espera nos ha traído hasta la actualidad y dura ya nueve meses (aunque muy alterado por las noticias de la guerra). Está anunciando su duración, especialmente larga, un periodo de indecisión económica que será largo también?

Todo parece apuntar en esa dirección, a la vista de la rebaja que están experimentando las previsiones de crecimiento en Europa y los malos datos procedentes de Estados Unidos. Que anuncian, una vez más, estancamiento.

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