EE UU toma Mosul, pero es incapaz de frenar el caos desatado en las ciudades
Los vestigios de un régimen que ha gobernado Irak con mano de hierro durante tres décadas desaparecen a un ritmo vertiginoso. Su lugar es reemplazado por el caos, tolerado por las fuerzas ocupantes estadounidenses, incapaces de imponer la ley y el orden en las calles iraquíes. Un reportero de Reuters resumía la situación en Bagdad: 'Cientos de hombres armados deambulan por la ciudad robando en edificios, secuestrando vehículos y disparando a la gente. Hay muchas armas en las calles'.
La Cruz Roja (CRI) informó ayer que los hospitales de Bagdad han sido saqueados. 'Nuestra preocupación es la situación de inseguridad caótica en Bagdad. No sabemos cuánto de la infraestructura y los servicios médicos funciona aún', declaró la portavoz de CRI, Nada Doumani. La representante recordó a EE UU que 'bajo las convenciones de Ginebra es tarea de las fuerzas de ocupación imponer la ley y el orden'.
Al bandidaje hay que sumar los ajustes de cuentas entre chiitas, reprimidos por el régimen de Husein, y adeptos al dictador. Ambas facciones combatieron ayer intensamente en la capital.
Las imágenes caóticas se repitieron en Mosul, donde las turbas saquearon edificios públicos, escuelas y prendieron fuego a un mercado. En Kirkuk, los edificios de Baas, el partido del régimen, fueron asaltados. Una multitud arrasó los búnkers y barracones que el Ejército iraquí abandonó en el aeropuerto y se llevaron todo lo que pudieron, desde pistolas hasta pijamas.
El desastre no es menor en Basora. La electricidad aún no ha sido restablecida y los saqueadores, que proliferan al calor del desgobierno, aprovechan la oscuridad de las calles para devastar la ciudad.
Los marines no son policías
El general de brigada Vincent Brooks, subdirector de operaciones militares de EE UU en Irak, cuestionó el papel de las tropas estadounidenses en este nuevo capítulo de la ofensiva: 'En ningún momento realmente nos vemos convertidos en una fuerza policial. Como nos vemos es tomando acciones necesarias para crear estabilidad'. Brooks señaló que sus tropas están creando un centro de operaciones en el ya mítico hotel Palestina, en Bagdad, con el objetivo de reactivar los servicios básicos de la ciudad.
La ofensiva de EE UU está centrada ahora en Tikrit, la ciudad natal de Husein, a 160 kilómetros al norte de la capital, castigada permanentemente por los bombarderos estadounidenses.
Aunque quedan núcleos aislados de resistencia, las fuerzas iraquíes se derrumban. Un ejemplo es la caída ayer de Mosul, donde los peshmergas kurdos entraron sin hacer un disparo. Los estadounidenses anunciaron que el Quinto Regimiento del Ejército de Irak se rindió en bloque. Pero Turquía ha desplegado ya soldados de observación en la zona, porque no quiere que ni siquiera llegue a plantearse la posibilidad de crear un nuevo estado kurdo y así se lo ha hecho saber a Washington. EE UU rápidamente ha ordenado a los milicianos kurdos que se retiren y entreguen Mosul y Kirkuk a sus soldados.
Desde que comenzó la ofensiva, el 20 de marzo, al menos 1.250 civiles iraquíes han muerto y 107 soldados estadounidenses y 30 efectivos británicos también han fallecido.
Tensión en Washington
A pocas manzanas de la sede del Banco Mundial en Washington se encuentra la Casa Blanca. Es lo único cercano estos días. Ayer, Jean-Louis Sarbib, vicepresidente del Banco Mundial para Oriente Próximo, señaló que debido a las resoluciones de la ONU (la referente al embargo) no pueden ir a Irak, por mucho que EE UU quiera que verifiquen las condiciones económicas del país.Es la segunda vez que se recuerda al Ejecutivo de Bush que hay una legalidad que cumplir, además de que no hay un Gobierno legítimo en Bagdad.La estructura accionarial del BM hace presagiar diferencias similares a las de la ONU. El secretario del Tesoro, John Snow, que espera total cooperación de la instituciones de Breton Woods, dijo que estaba sorprendido por las palabras de Wolfensohn. La tensión se respira por todos los pasillos y se comienza a comentar entre susurros la presión que estos días ejerce EE UU sobre ellos.