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Retraso

La pugna política retrasa la entrada de las empresas españolas en Galileo Industries

Galileo, el competidor europeo del GPS estadounidense, debe definir en los próximos 15 días el reparto final de las aportaciones, retornos industriales y responsabilidades de gestión de los 16 países participantes, así como el capital de Galileo Industries, la empresa que construirá los 30 satélites y los equipos de tierra del sistema. España ha quedado fuera del grupo de decisión y aún no ha logrado fijar su porcentaje de participación. A las empresas españolas agrupadas en GSS tampoco se les ha entregado la participación del 12% al 14% de Galileo Industries que les corresponde.

El proyecto Galileo, competidor del GPS estadounidense, se encuentra en la recta decisiva para el lanzamiento de su fase industrial, pero España, uno de los países que han impulsado con más fuerza el sistema de localización y posicionamiento europeo, ha quedado marginado del grupo de decisión. Y ello a pesar de que hasta la fecha ha comprometido aportaciones por más de 120 millones de euros.

Durante los próximos 15 días deben terminar de definirse los principales aspectos políticos y de gestión industrial del que es, sin duda, el mayor proyecto tecnológico de la Unión Europea y de la Agencia Europea del Espacio (ESA) en este momento. El apartado más trascendente de este proceso es fijar definitivamente el porcentaje de las aportaciones económicas y de los retornos industriales de los 16 países participantes.

En los contactos directos y por videoconferencia que se han mantienen en estos días, tanto a nivel industrial como gubernamental, se ha pactado un nuevo reparto de aportaciones y retornos por el que Alemania contará con el 20,9% de Galileo, Francia con el 17, Reino Unido con el 16% e Italia con el 15,5%.

España mantiene hasta la fecha una posición de fuerza, rechazando la participación del 9,5% que le ofrecen los cuatro países anteriormente citados y que han formado un grupo de control que toma todas las decisiones. El Gobierno de Madrid amenaza con bloquear cualquier acuerdo de reparto que no le reconozca una participación superior al 10,5%.

La debilidad de la postura española en este último tramo de la definición operativa del sistema queda reflejada en la situación de marginación que sufre el consorcio Galileo Sistemas y Servicios (GSS), que agrupa a las siete empresas españolas con interés en el proyecto: AENA, GMV, Indra, Sener, EADS-CASA, Hispasat y Alcatel Espacio.

GSS tiene asignada una participación teórica del 14%, pero hasta la fecha no se ha producido la venta pactada al grupo español de una sola de las acciones de Galileo Industries (GI). æpermil;sta es la empresa que será la adjudicataria como contratista principal de la construcción de los 30 satélites del sistema y de los equipos de tierra. El accionariado de GI está controlado por las cuatro empresas de espacio más importantes de los países que controlan hoy Galileo: Astrium UK, Astrium Alemania, Alcatel y Alenia.

También en esta negociación el consorcio de empresas españolas GSS estaría dispuesto a rebajar hasta el 12% su participación, pero la realidad es que también en este aspecto del programa Alemania, Francia, Reino Unido e Italia tienen la capacidad final de decisión.

En una posición subalterna parecida a la española se encuentra Bélgica, que aspira a conseguir una participación superior al 5% que tiene teóricamente asignada en la actualidad. También la empresa francesa Tales, antigua Thomsom, ha solicitado incorporarse a GI con una participación significativa.

Fuentes de la dirección de GSS aseguraron que es 'altamente improbable que esta compañía pueda quedar fuera de Galileo Industries'. Señaló, no obstante, que España tiene capacidad para bloquear el desarrollo del programa si no se cumplen sus expectativas.

Cinco sociedades exigen su participación

Los problemas del Gobierno en relación al proyecto europeo Galileo no acaban en la disputa que mantiene con sus principales socios europeos. Cinco empresas españolas han exigido que se les dé cabida en GSS o, al menos, que se les permita participar de la carga de trabajo que genere el sistema de posicionamiento y localización.Las cinco compañías son Iberespacio, Mier, Tecnológica, Rimsa y Astrium-Crisa. El argumento que esgrimen sus propietarios es que ellos, como contribuyentes, participan de igual manera en la aportación de fondos para la UE o la ESA, y que, por tanto, 'tenemos tanto derecho como el que más para participar en sus beneficios'.El calendario para la toma de las primeras decisiones en la puesta en marcha de Galileo es realmente ajustado. El proyecto tiene reservadas unas frecuencias que debe ocupar antes de junio de 2005 si no quiere perderlas. Ello le obliga a adjudicar en las próximas semanas la construcción del primer satélite de pruebas. Al concurso de licitación se han presentado dos ofertas. La primera está patrocinada por la universidad británica de Surrey, cuyo proyecto es muy ajustado en precio. El segundo ofertante es la compañía Galileo Industries, que ha hecho una proposición más cara que su oponente, aunque finalmente ha decidido rebajar su precio.Galileo cuenta con un presupuesto inicial de unos 1.200 millones de euros, que aportan casi a partes iguales la Unión Europea y la Agencia Europea del Espacio.

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