Debilidad en el mercado laboral en la Unión Europea
En la eurozona, el ejercicio 2002 se ha caracterizado por las dificultades para crear empleo. El empleo evoluciona con cierto retraso respecto del ciclo económico, con lo que a principios de una desaceleración la destrucción de empleo suele ser lenta, para acelerarse más tarde. Si la recesión se alarga, la economía puede entrar en un círculo pernicioso en el que la pérdida de empleo contagie al consumo privado, a las arcas del Estado (vía el aumento de los subsidios de desempleo y la menor recaudación impositiva) y conduzca a un mayor deterioro de las expectativas de los empresarios, retrasando la recuperación.
æpermil;sta parece ser la situación alemana. La duración de la crisis industrial, la fuerte desaceleración del sector servicios y la debilidad de la construcción, han conducido a una crisis en el mercado de trabajo. El empleo comenzó a caer en el cuarto trimestre de 2001 (un semestre después de que comenzara la recesión) y actualmente el ritmo de caída sigue aumentando.
Así, en enero y febrero de 2003, el número de desempleados aumentó en 333.000 (7,8%) y 410.000 personas (9,8%), respectivamente, con respecto a los mismos meses del año anterior. Estos incrementos no se registraban desde principios de 1996 y el deterioro parece no haber cesado. En febrero, la tasa de paro volvió a repuntar dos décimas hasta un 10,5%.
En España, la situación es distinta. Si bien la industria entró en recesión, la construcción y el sector servicios se han mantenido lo suficientemente fuertes como para que el mercado laboral español no se haya deteriorado tanto. En el mes de marzo el paro registrado aumentó en 70.600 personas respecto del mismo mes del año pasado, un 4,3%. Sin embargo, la evolución de la variable apunta a una desaceleración, pues en diciembre pasado esta tasa era el 7,2%.
Las perspectivas para este ejercicio son heterogéneas para los distintos países del área euro, en la medida en que su coyuntura económica atraviesa situaciones marcadamente distintas. Salvo un deterioro muy marcado de la coyuntura internacional, prevemos que en España va a continuar la desaceleración en el aumento del paro. En el resto del área, con menor ritmo de crecimiento, no esperamos mejoras palpables del mercado de trabajo hasta 2004. En Alemania seguirá aumentando el paro y la recuperación será la más tardía.
Nuevo deterioro de la confianza familiar europea
La confianza familiar de la eurozona ha vuelto a caer en marzo. El índice general se encuentra ahora en el nivel más bajo desde hace nueve años. Este empeoramiento refleja no tanto un deterioro de las condiciones actuales, como un mayor pesimismo respecto de la coyuntura económica en los próximos meses. La evolución reciente de los indicadores de consumo privado no reflejan por el momento esta mala situación de las expectativas. En enero, las ventas minoristas superaron nuestra previsión, en sus distintos componentes (alimentación, equipo del hogar y textil), y la tendencia subyacente de las ventas totales está creciendo a ritmo acelerado.Sin embargo, en Alemania, la situación del consumo privado sigue siendo preocupante. Las ventas al por menor reales (ajustadas por efecto calendario y estacionalidad) cayeron un 1,2% en febrero, ligeramente más de lo previsto. La confianza de los consumidores volvió a empeorar en abril y cae a niveles de mitad de 1997. En próximos meses esperamos algún leve repunte de la confianza y de las ventas minoristas, aunque principalmente motivados por el hecho de que la incógnita de la guerra se haya disipado. No obstante, no prevemos que las mejoras perduren.En México, el índice de producción industrial de enero estuvo en línea con lo esperado. Tras la desaceleración que mostró su tendencia subyacente de crecimiento entre mayo y septiembre, desde entonces viene mejorando sostenidamente, aunque todavía se expande a un ritmo suave. Los bienes intermedios y de consumo evolucionan favorablemente, mientras que la producción de bienes de capital todavía se está deteriorando. Con todo, la continuidad de la reactivación industrial mexicana depende de la evolución estadounidense.En Argentina, la actividad de la construcción en febrero aumentó un 39,6% interanual un 1,1% respecto al mes anterior. Este incremento se debe a la ejecución de obras privadas de menor envergadura y a variadas obras públicas pequeñas y medianas que durante el año 2002 estuvieron paralizadas o demoradas. Debemos recordar que muchas empresas constructoras del país han quebrado por los altos costes de los préstamos y la imposibilidad de acceder a financiación tras la devaluación.
Empeoran las expectativas industriales estadounidenses
El índice ISM, indicador adelantado de actividad industrial, se ha derrumbado en marzo. En este mes ha caído 4,3 puntos, situándose en 46,2 puntos. Este descenso es importante por dos razones. Primero, porque sitúa el valor del índice por debajo de 50, nivel de referencia que separa la expansión de la recesión. Segundo, porque es el tercer descenso consecutivo, consolidando el panorama de cambio de tendencia en esta variable. Dado el carácter adelantado de este indicador, su evolución reciente anticipa un nuevo deterioro de la actividad industrial en los próximos meses. Por ello, los buenos datos de actividad industrial en febrero (los pedidos en manufacturas y pedidos de capital fueron buenos, y el crecimiento subyacente del índice de producción industrial ha mejorado ligeramente en enero y febrero) no son significativos, ya que se produjeron antes del inicio de la guerra. Prevemos un deterioro transitorio de la actividad industrial el primer semestre y una posterior recuperación. La recuperación está condicionada a una duración poco prolongada del conflicto.