Las aerolíneas europeas pierden un 12% de pasajeros por el conflicto
El número de pasajeros en las aerolíneas europeas cayó un 12,3% en la primera semana de la guerra contra Irak respecto al mismo periodo del año pasado. Estos datos, facilitados por la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA, por sus siglas en inglés), evidencian que el conflicto bélico está dañando el negocio, según las conclusiones de la asociación.
Entre los días 17 y 23 de marzo, periodo que incluye los cuatro primeros días de guerra, el número de pasajeros descendió un 10,2% en los vuelos transatlánticos y un 42,2% en las rutas hacia Oriente Próximo, según los datos de la AEA.
'Este resultado sirve de clara demostración de cómo un conflicto localizado puede afectar al tráfico aéreo a escala global', dijo la AEA.
Las cifras constatan que la caída en el número de pasajeros fue mucho más grave que en otras semanas del año. La semana anterior al estallido del conflicto ya recogió un deterioro de los números, con un descenso de todo el tráfico internacional de pasajeros del 2,4%. Eso supone que, para lo que va de año, el aumento del número de pasajeros es de apenas el 1,1%.
'Nuestra industria está atravesando la peor crisis de su historia', aseguraba el secretario general de la asociación, Ulrich Schulte-Strathaus. No obstante, el alto cargo de la AEA insistió en que el sector no buscaba la vuelta de su dependencia en las ayudas de Estado, como sucedía con muchas de las compañías europeas en el pasado.
Ayuda de la UE
'No buscamos ninguna compensación por las dificultades vinculadas a la desaceleración económica o a las dificultades no resueltas aún desde el 11-S', dijo.
Pese a sus declaraciones, el alegato de la asociación se dirigía a demostrar la necesidad de ayuda que tienen las aerolíneas europeas por parte de las distintas Administraciones y a presionar sobre algunas de las medidas estudiadas el pasado viernes por los ministros de Transporte de los Quince.
En la reunión, los Quince descartaron la concesión de ayudas directas a las aerolíneas, como sí baraja EE UU, pero establecieron una serie de medidas que podrían ayudar a mejorar el tráfico aéreo.
Para la AEA, las compañías deberían poder reducir la frecuencia de sus vuelos sin perder por ello los slots u otras concesiones reguladas. Los ministros acordaron el viernes barajar esta opción, aunque de momento sigue en vigor la actual de consigna de 'utilizarlos o perderlos'.
La AEA también reclamó a los Quince la posibilidad de financiar lo que ellos consideran costes adicionales de seguridad y seguros si el mercado se demuestra incapaz de ofrecer suficiente cobertura a las compañías. En esa línea, la asociación recordó que las autoridades estadounidenses barajan conceder un paquete de ayuda por 3.000 millones de dólares para ayudar a las compañías a sobrellevar las presiones derivadas de la guerra.
Recortes de costes
Lo cierto es que la guerra en Irak ha venido a agravar la situación de un sector que aún no se había recuperado del golpe del 11-S. Ello ha llevado a las compañías a anunciar, pocos días después del estallido del conflicto, recortes de costes.
British Airways, Air France y otras aerolíneas europeas han reducido sus vuelos por el impacto de la guerra sobre sus reservas y han apuntado que los recortes pueden profundizarse si el conflicto se prolonga.
La alemana Lufthansa aseguró que las reservas han caído un 9% desde el comienzo de la guerra y dejará siete aviones sin operar debido a la caída de la demanda de vuelos transatlánticos.
El conflicto tendrá un coste para las aerolíneas de unos 2.500 millones de dólares, según datos de la asociación, y los analistas sostienen que esta crisis puede acelerar la consolidación de la industria europea entorno a tres grandes operadoras: British Airways, Air France y Lufthansa. Eso forzaría, a juicio de los expertos, al cierre de aerolíneas problemáticas como Swiss Air u Olimpic Airways.
'El tráfico aéreo va a permanecer en un ambiente incierto y obviamente el conflicto en Oriente Próximo agudiza esta tendencia', aseguraba Chris Tarry, analista independiente de una agencia londinense.
'A corto plazo, las perspectivas son claramente negativas para un número determinados de líneas aéreas', dijo Tarry.
Algunos expertos señalan que el mayor impacto derivado de la guerra se producirá en abril y que, aunque en marzo se registrarán algunas caídas del tráfico aéreo, el descenso será leve.