El BCE advierte del riesgo de inflación con estancamiento
El número tres del Banco Central Europeo, Otmar Issing, advirtió ayer que 'el escenario más pesimista de la guerra' puede llevar 'a un incremento temporal de la inflación y a una ralentización de la actividad'. 'Una combinación muy incómoda', reconoció Issing durante la comparecencia trimestral de las autoridades monetarias ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
Issing, economista-jefe de la institución bancaria y auténtico factótum de su política monetaria, considera que el elemento clave para el diagnóstico final se encuentra en la evolución de los precios del petróleo. Un incremento exacerbado y prolongado en el precio del barril 'equivaldría a un impuesto sobre el consumo y la inversión (...) y podría tener un fuerte efecto negativo en términos de crecimiento e inflación'. Aunque el BCE considera que es prematuro para pronunciarse, tampoco se atreve a descartar el fantasma de la estanflación (estancamiento económico e inflación). Sólo el escenario optimista, en el cual el conflicto bélico se resolvería en unos días o semanas, permitiría a juicio de Issing 'disipar la incertidumbre'. Pero el alemán recordó ayer que 'es muy fácil definir cuando empieza una acción militar, pero puede que no sea tan fácil decir cuando ha terminado'.
Issing arremetió también contra la falta de ambición de los gobiernos comunitarios en el proceso de modernización económica. 'El ritmo de las reformas ha decaído totalmente y los avances no han sido suficientes durante los dos últimos años'.
'La UE se ha fijado un gran objetivo a nivel comunitario convertirse en la economía más competitiva del planeta, pero los Estados miembros no están cumpliendo'. Issing exhortó a las autoridades nacionales 'a no utilizar la UE como chivo expiatorio por la falta de progreso' y les instó a 'asumir sus responsabilidades' cuando llega el momento de adoptar reformas drásticas como en el mercado laboral.
El alemán recordó, en una referencia cuyo objetivo parece su país de origen, que si algún Estado miembro se queda retrasado en el proceso de reformas 'es toda la unión la que sufre'. Issing también advirtió que en una unión monetaria 'los países que mantienen una inflación muy elevada deben ser conscientes de que corren el riesgo de perder competitividad muy rápido'. La señal iba destinada, sin duda, a Irlanda (5,1% de inflación), Grecia (4,2%), Portugal (4,1%) y España (3,8%), los cuatro países en proceso de convergencia cuya inflación se mantiene muy por encima de la media de la zona euro (2,4%).
El economista jefe del BCE advirtió que esta entidad no recortará los tipos de interés por el solo hecho de que haya comenzado la guerra en Irak. Las evoluciones de la ofensiva están marcando la cotización del euro. Los traspiés de las fuerzas aliadas en Irak permitieron que el euro se apreciara ayer más de un 1%. La moneda única pasó así de cotizar a 1,052 dólares el viernes a venderse ayer por 1,064 dólares.
Reunión extraordinaria
El recién nombrado gobernador del Banco de Japón, Toshihiko Fukui, anunció ayer la convocatoria de una reunión de emergencia de la autoridad monetaria. La intendencia del Banco Central es evaluar las opciones a tomar ante las posibles complicaciones que la guerra en Irak pueda traer a la ya maltrecha economía japonesa.
'En una situación tan dura como la actual, en la que estamos tratando de escapar de una recesión, necesitamos aplicar una política monetaria efectiva interviniendo en el mercado de activos de alto riesgo', declaró Fukui. El gobernador respondía así al creciente sentimiento en el mercado de que el Banco Central, que habitualmente interviene en el mercado monetario comprando títulos del Gobierno, compre también activos de empresas privadas.