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Tribunales

Corcóstegui explica que se jubiló del SCH, previo cobro de 108 millones, por "estrés insoportable"

Corcóstegui ha declarado durante unas dos horas ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, que le investiga como imputado en un presunto delito societario relacionado con el cobro, en perjuicio de los accionistas, de los 108 millones de euros citados. La causa también se dirige contra el presidente del SCH, Emilio Botín, y el que fuera copresidente José María Amusátegui. Al término del interrogatorio, Corcóstegui ha evitado hacer declaraciones a la prensa, aunque fuentes jurídicas ha señalado que su declaración había girado en torno a la relación contractural que mantenía con el SCH.

El fondo de jubilación fue aprobado en el Consejo de Administración del SCH de abril de 1999, junto con otros contratos, entre los que estaba el de Amusátegui, por valor de 43,7 millones de euros y que también es investigado por la magistrada. En el contrato se recogen las cantidades a cobrar por Corcóstegui, "aunque no estaba previsto que se fuera del banco tan pronto", según señaló una fuente de la entidad a la juez Palacios. Otras fuentes hacen mención a un añadido al contrato del ex vicepresidente, cuya fecha no ha trascendido, en el que se rebaja a los 50 años la fecha de jubilación del alto directivo.

Acumulación de procesos

La juez abrió diligencias tras una denuncia presentada contra Corcóstegui y Botín, que se acumuló a la investigación que ya venía realizando desde noviembre de 2002 por con el cobro presuntamente irregular que había realizado Amusátegui de otros 43,7 millones por su jubilación.

La denuncia contra Corcóstegui, que había sido presentada por Rafael Pérez Escolar, condenado en el caso Banesto y accionista del SCH, solicitaba la investigación del cobro percibido por el ex presidente al entender que redundó en "manifiesto perjuicio" de los inversores. Al igual que hiciera la querella contra Amusátegui, Pérez Escolar aludía en su escrito a la crisis que padecía la entidad bancaria como consecuencia de la fusión en 1999 del Central Hispano y el Santander "y a los movimientos posteriores llevados a cabo por don Emilio Botín para controlar el banco a su exclusivo arbitrio".

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