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Previsiones

La CNMV exigirá explicaciones a las empresas que incumplan sus previsiones

Los técnicos de la Comisión se han puesto manos a la obra para que las empresas expliquen los incumplimientos de sus previsiones. Según fuentes del regulador de los mercados, su personal de supervisión ha empezado a revisar los informes de gestión incluidos en las memorias de 2001 de las empresas para cotejar las previsiones incluidas en ellos con los resultados reales de cierre del ejercicio 2002.

Cuando encuentran discrepancias notables entre lo que se anunciaba en dichos informes como evolución previsible y lo que realmente ha ocurrido, la CNMV se dirige a las empresas para que expliquen las diferencias. Aunque el examen ha empezado por las memorias del año pasado, no se limita a ellas. Otras previsiones registradas como hechos relevantes han sido también objeto de seguimiento en la tarea supervisora de la Comisión.

Fuentes de la CNMV explican que por ahora no se están efectuando requerimientos formales empresa a empresa. De lo que se trata es de que las mismas compañías vayan justificando el incumplimiento.

'Lo que está haciendo la CNMV es estimular a las propias empresas a que sean ellas mismas las que registren hechos relevantes cuando no se cumplan las previsiones. Se intenta concienciar a las compañías de que eso es sano para el mercado y por eso se está fomentando esa actuación y así se está explicando en reuniones con emisores', explican desde la propia CNMV.

Entre las empresas grandes o muy seguidas por los analistas, las rebajas o incumplimientos de las previsiones suelen ser explicados con detalle. Así ha ocurrido, por ejemplo, con los grandes bancos en los dos últimos años y con Terra un trimestre tras otro.

Sin embargo, es frecuente, sobre todo en empresas medianas y pequeñas, que las previsiones formuladas por las compañías en folletos de emisión (ofertas públicas o ampliaciones de capital, por ejemplo), en hechos relevantes, en las memorias anuales o en presentaciones a analistas caigan en el olvido. Hay ocasiones en que empresas que incumplen flagrantemente sus cálculos no sólo no dan explicaciones, sino que sacan pecho con las cifras publicadas.

En la Ley Financiera, hubo ya un primer intento de poner cierto orden en lo referente a previsiones. En su anteproyecto, se incluía un precepto según el cual 'cuando los emisores hubieran registrado hechos relevantes que contuvieran expectativas sobre sus resultados o volumen de negocio futuros, y posteriormente tengan información o prevean que no van a hacerse realidad en la magnitud o plazos previstos, deberán comunicar este hecho a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, tan pronto como se conozca o prevea y sin esperar a la remisión de la información pública periódica'.

Ese precepto quedó aparcado en el largo camino seguido por la Ley Financiera hasta su aprobación. Sin un respaldo legal tan expreso, la Comisión quiere que se imponga la costumbre y que las empresas corrijan sus estimaciones o expliquen su incumplimiento registrando el hecho relevante correspondiente.

Así lo hizo Dragados la semana pasada, a solicitud del órgano supervisor. La constructora atribuye el incumplimiento de la previsión de beneficio formulada el 11 de junio de 2002 a 'la operación de HBG' (la venta de la firma holandesa que había comprado unos meses antes). La constructora también incumplió las previsiones incluidas en el informe de gestión de la memoria del ejercicio de 2001.

La institución que preside Blas Calzada trabajará para que estas explicaciones se generalicen. La máxima transparencia, especialmente en lo que atañe a las comunicaciones públicas, debe guiar la gestión de las empresas cotizadas, según han declarado repetidas veces los reguladores.

'La compañía no se hace responsable de las desviaciones'

'Estas previsiones no suponen ninguna garantía de la evolución futura de la sociedad. Aunque suponen la mejor estimación de la compañía sobre dichas variables, se basan en hechos futuros e inciertos cuyo cumplimiento es imposible determinar en el momento actual. La sociedad no se hace responsable de las posibles desviaciones que pudieran producirse en los diferentes factores ajenos al control del consejo de administración de la sociedad que influyen en la evolución futura de la sociedad ni, por tanto, del cumplimiento de las expectativas indicadas'.Ese párrafo acompañaba a las previsiones publicadas en el folleto de la ampliación de capital de Picking Pack de junio de 2000, en la que la empresa pidió a los accionistas fondos para su plan de crecimiento. De las previsiones formuladas entonces para el año recién cerrado, no queda ya ni el nombre. Picking Pack ha pasado página, se llama ahora Service Point Solutions y la desviación en ventas, resultados y fondos propios oscila entre el 68% y el 92%.La empresa calculaba que este año iba a facturar 571 millones, pero su cifra de negocio ha sido de 183 millones. Esperaba un beneficio neto de 43,6 millones y ha ganado menos de la décima parte. Y lo que es peor, contaba con tener unos fondos propios de 500 millones, pero tras las pérdidas acumuladas, los bandazos en la estrategia y los saneamientos realizados, sólo tiene 81,5 millones. Los inversores han perdido más del 80% de lo invertido en aquella ampliación de capital. La empresa no se hace responsable.OHL y Tecnocom también apelaron a los inversores con previsiones luego incumplidas. Ambas reformularon previsiones el año pasado bien entrado el ejercicio, pero las cifras de fin de año han vuelto a defraudar al mercado. Los inversores pierden cerca de la mitad de lo invertido en la OPV de OHL y más del 80% de lo pagado por las acciones de Tecnocom en su ampliación de capital.

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