La violencia étnica merma la producción petrolífera de Nigeria
Desde hace una semana, la violencia se ha extremado entre miembros de las tribus ijaw, urobo e itsekeri, enfrentados entre sí -y con las fuerzas de seguridad- por la representación en las listas de los principales partidos políticos que disputarán los comicios generales del 19 de abril próximo. Han muerto un centenar de personas.
Militantes de la etnia ijaw amenazaron hoy con destruir las multimillonarias instalaciones petrolíferas de Warri y sus alrededores, el epicentro de los choques armados en el estado Delta del Níger, si no había respuesta a sus exigencias de una mayor representación política. Así que Shell ha anunciado la interrupción de sus operaciones de extracción en otros cuatro pozos, sumados a la decena cerrada la semana pasada. La producción diaria de la petrolera holandesa en Nigeria ha sufrido una merma de 320.000 barriles, que elevan a cerca de 800.000 barriles la baja productiva de todo el crudo extraído diariamente en el país tras la paralización de las operaciones de la estadounidense Chevron-Texaco y la francesa Total-Fina-Elf,.
El viernes, Chevron-Texaco anunció que suspendía su producción en el área a causas de "fuerza mayor" por la falta de seguridad. La multinacional estadounidense y Total-Fina-Elf han seguido los pasos de Shell y han evacuado a su personal de todos los pozos de extracción, depósitos y terminales de embarque de crudo en la costa oeste del Delta. La medida fue adoptada, aparentemente, por consejo de la Unión Nacional de Trabajadores del Petróleo y Gas Natural (NUPENG, según sus siglas en inglés). Aunque portavoces de las fuerzas de seguridad han afirmado que la situación "está bajo control", se teme que los enfrentamientos puedan empeorar esta semana, pues, según fuentes de la comunidad ijwa, la más militante de las tres facciones en pugna, "el problema no ha sido resuelto".
A la rivalidad política se suman causas económicas, como el eventual reparto de las indemnizaciones que las petroleras tendrán que pagar a las comunidades del Delta por los daños ecológicos que han causado al área, aunque los montos aún deben ser negociados con el Gobierno de Olusegun Obasanjo.