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Política/Guerra Irak

Zapatero descarta una moción de censura porque la prioridad es detener los ataques

Rodríguez Zapatero reiteró sus ataques a Aznar por la participación española en la crisis, pero descartó una moción de censura que pidieron algunos dirigentes de su partido.

Zapatero dejó claro que no estaba 'en el escenario político' la presentación de tal iniciativa, propuesta durante la reunión por el diputado José Acosta para canalizar la protesta ciudadana, con el argumento de que el adelanto electoral sólo depende del jefe del Gobierno, según informó en rueda de prensa el secretario de Organización, José Blanco.

En su intervención ante el máximo órgano de dirección del PSOE entre congresos, Zapatero defendió la actuación de su partido, que según dijo se basa en convicciones y no en cálculos electorales. Recordó, no obstante, que cuando termine el conflicto habrá que seguir dialogando con el Gobierno sobre las leyes que vayan en beneficio de toda la sociedad.

El Ejecutivo respalda las cargas de los agentes en las protestas mientras Llamazares acusa al Gobierno de declarar el 'estado de excepción'

Soledad y vergüenza

Tras enviar un mensaje de solidaridad a las víctimas civiles y a los soldados, Zapatero dijo que Aznar 'sabía que el final de todo esto sería sencillamente vergonzoso' y que por eso los populares 'están solos' en el Parlamento y ante la opinión pública.

Zapatero condenó asimismo la dictadura de Sadam Husein, un régimen en 'cuya gestación y mantenimiento en determinados momentos no han sido ajenos algunos de los que ahora la atacan'.

En opinión del líder socialista, esta guerra está ganada militarmente antes de empezar, aunque 'perdida moral y políticamente', por lo que la condenará con la misma determinación que los ciudadanos que 'pacíficamente abarrotan las calles'. Se refería así a los reproches del Gobierno a los socialistas, a quienes culpa de promover incidentes. Zapatero condenó sin reservas los actos de violencia y destacó que son minoritarios. Además Zapatero salió en defensa de Izquierda Unida, también atacada desde el PP. 'No voy a consentir que aquellos que se daban besos con Anguita ahora demonicen a IU', afirmó el líder socialista.

El secretario general del PP y ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, insistió ayer en situar a PSOE e IU tras los intentos de boicotear los actos de su partido y del Gobierno. Si el líder del PSOE no pide el cese de esos actos de violencia 'será responsable' de ellos, dijo Arenas.

Arenas respaldó la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante las manifestaciones de protesta contra la guerra. Le replicó con dureza el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien consideró que el Gobierno está intentando declarar el 'estado de excepción' en España. El líder de IU relacionó las críticas de Aznar a los manifestantes con los incidentes. 'El Gobierno ha señalado al movimiento pacifista y luego se ha encargado de criminalizarlo', dijo el líder de IU.

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, coincidió con esta postura. 'Parece que tiene interés en que se genere una idea de violencia en torno a las manifestaciones para que desistamos de ir con nuestros hijos y familiares', opinó.

El titular de Defensa, Federico Trillo, destacó que la 'misión de ayuda humanitaria' comprometida por el Gobierno 'está en plena sintonía con lo que el pueblo español quería'. El dirigente del PP vasco Jaime Mayor Oreja pidió que las diferencias con los socialistas sobre la guerra no afecten al 'constitucionalismo' en Euskadi porque 'el enemigo de los vascos es ETA'.

118 heridos en entrentamientos entre policías y manifestantes en Madrid

Un total de 118 heridos fueron atendidos en el centro de Madrid en la batalla campal que siguió a la masiva manifestación celebrada el sábado contra la guerra en Irak. Entre los heridos hubo 37 agentes y algunos de los encapuchados que protafonizaron incidentes, pero también manifestantes pacíficos. Los agentes dispararon pelotas de goma contra los concentrados, algunos de los cuales cortaron el tráfico en la Gran Vía.Todos los heridos fueron atendidos en los lugares donde se produjeron los incidentes, aunque 27 manifestantes y cuatro agentes fueron trasladados a centros hospitalarios. Cinco de los heridos y un policía ingresaron con pronóstico menos grave.Comercios, bancos, coches y moviliario urbano de una docena de calles del centro de Madrid sufrieron los destrozos realizados por algunos grupos de jóvenes. La manifestación madrileña finalizó con siete personas detenidas, una de ellas por haber quemado un cajero automático.En Barcelona, mientras, fue detenido un ciudadano estadounidense tras rociar con spray el objetivo de una cámara de TVE. Según la policía, llevaba 'un tiragomas y abundante tornillería' en el momento de su detención. La protesta masiva congregó en Barcelona a unas 500.000 personas, según el ayuntamiento barcelonés. La policía asegura que había en la manifestación un grupo de 400 radicales que lanzaron objetos contundentes a los agentes, por lo que resultó herido un policía.Del resto de las ciudades donde hubo manifestaciones, los únicos incidentes destacados fueron la realización de pintadas y el lanzamiento de huevos y tomates contra sedes del Partido Popular, otras institucionales gubernamentales y la Policía.

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