Pimentel abandona el PP por considerar la guerra 'ilícita'
Manuel Pimentel, ex ministro de Trabajo y ex secretario general del PP andaluz, anunció ayer su baja del partido en desacuerdo con la política ante la guerra de Irak, que califica de 'ilícita' y de 'error histórico'. En un artículo que ayer publicaban los seis periódicos del grupo andaluz Joly, el ex ministro expresa su oposición al bombardeo de ciudades iraquíes sin apoyo de la ONU y dice: 'No comparto ni comprendo esa decisión y por eso me voy'.
Pimentel, que dimitió como ministro de Trabajo en 2000, es el primer dirigente de peso que deja el PP en protesta por la guerra de Irak. El ex ministro, que firmará hoy su baja como militante, afirma que el apoyo del PP a la guerra 'no se trata de un desvarío de su presidente, se trata de toda una línea estratégica de partido'.
'No comprendo ni comparto esa decisión y por eso finalmente me voy. Cuando en un desfile un soldado lleva el paso cambiado, no puede pretender que todos los demás lo modifiquen', añade.
El presidente del PP de Sevilla, Ricardo Tarno, dijo que no le sorprendía la baja de Pimentel porque 'llevaba mucho tiempo alejado de la vida real del partido'. Aunque considera que la decisión, que no comparte, se produce en 'un momento tan difícil para los militantes del PP'. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, dijo que la decisión de Pimentel es algo sobre lo que debe reflexionar el PP.
Consecuencias para el PP
El PP se ha visto obligado a reprogramar numerosos actos preelectorales ante el temor de que la actividad de sus candidatos y, sobre todo, su reflejo en los medios se vean influenciados por el eco de las protestas ciudadanas contra la guerra.
El partido ha contabilizado hasta medio centenar de lo que califica como 'agresiones' a cargos públicos, relacionadas con las protestas callejeras contra el conflicto bélico. En ellas se han visto involucrados, entre otros, el propio José María Aznar, y los vicepresidentes Mariano Rajoy y Rodrigo Rato, además de los ministros Javier Arenas, Pilar del Castillo y Josep Piqué.
Entre los candidatos electorales que también han padecido el acoso de las movimientos pacifistas están Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre y Juan Carlos Aparicio.