La familia Hernández Barrera refuerza su posición en Ebro Puleva
La familia Hernández Barrera, antigua propietaria de la arrocera Herba -hoy integrada en el grupo Ebro Puleva-, reforzará su presencia accionarial en el primer grupo alimentario español tras haber acordado la compra del 4,2% que posee la empresa pública Mercasa en la compañía.
La familia Hernández Barrera aumentará así su participación desde el 6,33% que controla a través de su sociedad Instituto Hispánico del Arroz hasta un 10,5%. Esta participación la situaría como segundo accionista de la compañía sólo por detrás de la compañía francesa Saint Louis, que controla un 13,7% de la empresa.
La operación estaba prevista que fuera aprobada ayer por el consejo de administración de Mercasa, según publicó ayer El País. Sin embargo, las fuentes oficiales de Mercasa declinaron confirmar si finalmente la compraventa recibió el visto bueno del máximo órgano de gestión de la compañía presidida por Miguel Ramírez. Estos medios explicaban ayer que la operación estaba siendo dirigida por el BBVA Bolsa y que eran ellos los que deberían decir a quién se había vendido el paquete. Pero los medios oficiales de la entidad financiera explicaron que no tenían nada que comentar sobre la operación.
Mercasa había decidido poner en venta su 4,24% en la compañía el pasado mes de noviembre y contrató al BBVA Bolsa para que diseñara la operación.
La empresa pública, responsable de la gestión de la red de mercados centrales, desestimó deshacerse de su paquete a través de ventas puntuales en el mercado para no dañar la cotización del valor y optó por ofrecérselo a los accionistas de la propia compañía. De hecho han existido ofertas de otros minoritarios, pero inferiores en precio. Al precio de cierre (7,21euros) el paquete de Mercasa en Ebro Puleva tiene un valor de 37 millones de euros.
La eventual adquisición de ese paquete por parte de la familia Hernández Barrera supondrá el primer paso hacia la clarificación definitiva del accionariado de la compañía presidida por José Manuel Fernández Norniella. Los avatares políticos en los que la compañía se ha visto envuelta a lo largo de los últimos años y la absorción después del grupo lácteo Puleva han diluido mucho las participaciones accionariales.
Además, la venta de la participación de Mercasa coincide con otros paquetes accionariales en venta. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha reconocido estar buscando un comprador para el 2,1% que la compañía Alimentos y Aceites mantiene en el grupo azucarero.
En paralelo, el grupo KIO pretende que la propia SEPI cumpla el compromiso que el Gobierno adquirió con él y adquiera el 7,8% que controla.
Sin embargo, esta operación está pendiente de la decisión de los tribunales, ya que la SEPI se ha negado a pagar el precio pactado alegando que la compañía soportaba pasivos ocultos en el momento en el que se firmó la venta que desvirtúan el valor real que se estableció entonces por la sociedad.
El grupo kuwatí ha demandado al Gobierno por incumplimiento de contrato.
La familia Hernández Barrera vendió en noviembre del 2001 a Ebro Puleva, el 40% de la compañía arrocera Hebra que controlaba. La operación permitió a la familia andaluza ingresar un total de 106 millones de euros. El acuerdo establecía en paralelo la adquisición por parte de los Hernández Barrera del 3,66% del capital que Ebro Puleva mantenía como autocartera. Participación por la que desembolsaron 46,49 millones de euros.
La adquisición permitió que el representante de la familia Antonio Hernández Calleja se incorporara al consejo de administración de Ebro Puleva y fuera nombrado vicepresidente de la compañía.
La familia se comprometió a mantener estas acciones por un periodo de cuatro años.