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Crisis

Las aerolíneas de EE UU calculan perder 70.000 empleos si hay conflicto

'La perspectiva de una nacionalización forzosa de la industria no es irreal'. Por más que la palabra nacionalizar no se asocie con EE UU, la cita pertenece a las conclusiones del informe que ayer presentó la Asociación de Transporte Aéreo (ATA) de este país. Bajo el cinematográfico nombre de Una tormenta perfecta, se calcula hasta dónde llegaría la crisis, en la que esta industria entró, en 2000, en caso de guerra contra Irak. Las sombrías perspectivas, basadas en la experiencia de la anterior guerra y las reservas de los próximos dos meses hablan de unas pérdidas disparadas hasta 10.700 millones de dólares, 9.695 millones de euros (3.624 millones de euros más de lo calculado antes de considerar los planes bélicos) en 2003 y la destrucción de 70.000 empleos directos.

Estas pérdidas podrían dispararse hasta los 13.000 millones de dólares en caso de que además se produzcan ataques terroristas. Subraya el informe que se eliminarían unos 2.200 vuelos por las caídas de reservas (que se resintieron un 20% durante el último aumento de la alerta en el país). La asociación prevé una caída del 15% del tráfico aéreo durante la guerra.

La ATA, que como primera medida cita en este informe el apoyo al Gobierno entre otras cosas por ser muchos de sus empleados reservistas y por el particular daño sufrido por los ataques terroristas, asegura que no busca ninguna 'acción gubernamental que pudiera intervenir con los mecanismos normales del mercado'. Sin embargo, sí que se piden medidas que mitiguen el daño que están haciendo circunstancias que no son 'propiamente del mercado' como el terrorismo o la perspectiva de guerra. En concreto, las aerolíneas pedirán al Congreso que se suspendan impuestos por valor de 9.000 millones de dólares anuales y se extiendan los seguros de guerra. La ATA manda un mensaje de caos para apoyar su petición al prever más bancarrotas y liquidaciones, lo que terminaría por incidir en la economía del país.

Las aerolíneas estadounidenses están en un momento complicado, con algunas de sus mayores empresas en suspensión de pagos. Según la ATA, en los últimos tres años se han perdido 100.000 empleos, se han reducido presupuestos en 10.000 millones de dólares y se negocian otros 10.000 millones de rebaja.

Adicionalmente, se quejan que han subido los costes fijos como el del combustible y los impuestos (un 76% más de carga impositiva ahora que en 1992) mientras se rebajan las tarifas a niveles de 1988. Señala la ATA que con 100.000 millones de dólares de deuda, la capacidad crediticia 'está virtualmente agotada'.

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