Las redes sin hilos se popularizan en Europa
Quédense con este nombre: Wifi. Puede que ahora a la mayoría de ustedes les diga poco o nada, pero si confían en la capacidad visionaria de personas como Bill Gates, presidente de Microsoft, o el gurú de la tecnología, Nicolas Negroponte, deberán estar atentos a lo que ese nombre pueda deparar en el futuro. Según recogía el periódico The Guardian el pasado febrero, Gates lo ha calificado de 'explosivo' para el mundo de las comunicaciones y Negroponte ha afirmado que Wifi cambiará 'todo lo que se daba por hecho en las telecomunicaciones'.
Pero, ¿qué es Wifi y por qué tanto revuelo? Se trata de una tecnología que permite a cualquier persona navegar por Internet o por la red privada de su empresa sin que haya cables de por medio. Y no sólo eso, ofrece un acceso de banda ancha a una velocidad hasta de 11 megabits por segundo.
Como reconoce David Hughes, director de movilidad de BT, 'se espera que Wifi tenga la mitad de precio y tres veces más velocidad que el 3G tercera generación móvil'. Un hecho que ha despertado los recelos de los grandes operadores de telefonía móvil europeos que han invertido miles de millones de euros en sus licencias de UMTS y que ahora temen que Wifi pueda canibalizarles parte de su negocio.
Con el apoyo de las operadoras o sin él, cada vez es más fácil encontrar cafés, aeropuertos, hoteles, trenes o centros de congresos que ofrecen acceso inalámbrico a la Red. Estos espacios públicos con tecnología Wifi reciben el nombre de hotspots y las antenas que se necesitan para ofrecer el servicio se esconden en los techos de los establecimientos o en las oficinas. Sólo la compañía Cisco asegura tener ya 25.400 usuarios con redes inalámbricas, una cifra que equivale, dicen, a tener 2,5 millones de metros cuadrados cubiertos con este tipo de tecnología.
En Nueva York se calcula que ya hay más de 12.000 puntos de acceso a la Red de este tipo entre públicos y privados. Intel, IBM y ATT unieron sus fuerzas el año pasado para crear una compañía llamada Cometa Networks con un ambicioso objetivo: cubrir todo el territorio de EE UU con unos 20.000 puntos de acceso. Por su parte, la popular cadena de cafés Starbucks tiene más de 2.000 tiendas conectadas sin hilos y en España hay ciudades inalámbricas, como Zamora, donde los vecinos pueden revisar sus e-mails o consultar una web tanto si están en sus casas como desde un parque público o un bar.
La consultora Dataquest estima que para el año 2007 habrá 35.000 puntos de acceso públicos a lo largo de toda Europa con 11 millones de personas accediendo regularmente a Internet en movimiento. Y Ovum asegura que para el año 2006 cerca de 143 millones de equipos de comunicación preparados para Wifi serán vendidos en el Viejo Continente. Según Gartner Group, el desarrollo de esta tecnología puede suponer una cifra de negocio de 3.900 millones de dólares en 2007.
Las redes inalámbricas se han convertido en los últimos meses en la gran esperanza para el sector informático, muy afectado por la crisis económica actual y especialmente alicaído tras el estallido de la burbuja tecnológica que dio al traste con cuantiosas inversiones de muchas puntocom. Intel está haciendo de esta tecnología, que permite transmitir archivos, páginas web y mensajes electrónicos a distancias cortas por las ondas aéreas, una de sus mayores apuestas.
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El gigante de los chips lanzará el próximo miércoles su procesador Centrino con Wifi ya incorporado. La compañía presidida por Craig Barret planea gastar, según Bloomberg, más de 300 millones de dólares en su comercialización, la mayor cifra en la historia de la compañía. Pero a cambio, reconoce Sean Maloney, vicepresidente ejecutivo del grupo de comunicaciones de Intel, la firma estadounidense prevé que Wifi cree millones de nuevos usuarios de portátiles y aumente con ello la demanda tecnológica de la misma forma que Internet hizo crecer años atrás la demanda de PC.
Esta semana, en una rueda de prensa conjunta entre Cisco e Intel en Madrid, en la que la primera presentó la marca Cisco Compatible, que garantiza la interoperabilidad entre sus redes de área local y los dispositivos y adaptadores de las principales empresas informáticas, Carlos Clerencia, director de desarrollo de e-business de Intel, aseguró que el 40% de los portátiles que se vendan para finales de 2003 en el mundo tendrán incorporada esta solución móvil y hasta el 70% en el caso de que sean equipos para entornos corporativos.
El pasado jueves, Toshiba anunció el lanzamiento de sus nuevos portátiles con el nuevo procesador de Intel Centrino, que permite la conexión inalámbrica con una mayor autonomía de la batería (en torno a cinco horas). Pablo Romero, director de marketing de la firma en España, aseguró que 'el mercado de hardware con tecnología inalámbrica se va a multiplicar por 25 en los próximos tres años'. Igualmente, las últimas versiones de sistemas operativos Windows y Mac, de Microsoft y Apple, respectivamente, tienen capacidades Wifi.
Todas estas compañías están convencidas de que los datos tienen que estar donde estén las personas. 'Las redes inalámbricas Wifi van a tener un impacto similar al de la telefonía móvil, que de repente permitió que la gente pudiera hablar independientemente de dónde estuviera', explica Juan Antonio Blanco, director de desarrollo de negocio de Cisco España, para quien el uso de estas redes sin hilos incrementa la productividad de los empleados en torno a un 25% como término medio, 'porque aumentamos un 40% el tiempo que las personas están asociadas a la información'.
Blanco explica que hay dos negocios claramente diferenciados: el de crear redes de puntos de acceso público en hoteles, aeropuertos, cafés, etcétera, y el de montar redes inalámbricas dentro de las empresas. 'Para nosotros el negocio está fundamentalmente en las redes de empresas (más del 90% actualmente)', dice, 'pero estamos seguros de que esa tendencia se va a invertir en cuanto los grandes operadores de telecomunicaciones entren en el negocio y ofrezcan servicios Wifi'.
Efectivamente falta que el mercado de las redes sin hilos sea de masas y madure. Y el retraso e incertidumbre que ha habido alrededor de la tercera generación móvil ha ayudado a la causa Wifi. Sin embargo, y pese a que muchos de los tradicionales operadores móviles se están oponiendo a la nueva tecnología, grandes operadoras fijas como BT, France Télécom o Telia-Sonera han lanzado sus ofertas inalámbricas con esta revolucionaria tecnología. Quizás porque creen en ello o, simplemente, porque no estás dispuestas a dejar en manos de nuevas empresas un negocio que puede resultar francamente jugoso.
Como un primer acercamiento, Telefónica de España ofrece desde hace unos meses redes inalámbricas locales ADSL para que los usuarios que necesiten o quieran conectar a su línea ADSL varios ordenadores puedan hacerlo prescindiendo del cableado. Pero, según han explicado a Cinco Días fuentes próximas a la operadora española, la compañía que preside César Alierta prepara desde hace seis meses su estrategia de negocio Wifi. Las mismas fuentes aseguran que 'el lanzamiento comercial, que seguirá un modelo parecido al de BT en el Reino Unido, es cuestión de semanas'.
La británica anunció la primera semana de febrero una extensa red Wifi, con 400 puntos de acceso para el verano, distribuidos por hoteles, estaciones de servicio de carretera y cafés. El nuevo servicio de BT tiene distintas tarifas en función del tiempo de conexión: 6 libras (8,78 euros) para una hora, 15 libras (21,96 euros) para 24 horas y 85 libras (124,45 euros) al mes por uso ilimitado. La compañía, que el 10 de febrero también anunció una estación base Wifi por 200 libras (439,24 euros) para clientes domésticos, espera facturar con este nuevo negocio unos 30 millones de libras (43,92 millones de euros) para finales de 2004.
France Télécom es otro de los operadores tradicionales que se ha sumado al carro de Wifi. La firma ha anunciado su plan de crear una red hotspots con la marca Orange, vender un kit doméstico a través de su proveedor de Internet Wanadoo y otras soluciones para empresas a través de Oléane, Transpac y Equant. También T-Mobile, la filial de Deutsche Telekom, provee acceso a Internet inalámbrico a alta velocidad a través de locales públicos como la cadena de cafeterías de Starbucks, en las salas VIP de American Airlines y la cadena de tiendas Borders Books & Music, donde tiene instalados puntos de acceso Wifi. La compañía acaba de firmar un acuerdo con Intel para lanzar una campaña de marketing conjunta para promover el servicio de la operadora. Por su parte, Telia ha montado una red que cubre estaciones de tren, hoteles, centros de conferencia, restaurantes de carretera y cafés. Recientemente, el operador nórdico firmó un acuerdo de itinerancia (roaming) con la empresa italiana Megabeam para que sus clientes puedan utilizar durante sus viajes los puntos de acceso que esta firma tiene a lo largo de toda Italia.
¿Una segunda burbuja tecnológica?
En España, Amena asegura estar llevando a cabo una serie de pruebas tecnológicas sobre redes locales inalámbricas, orientadas a evaluar diferentes alternativas que faciliten el roaming entre GPRS y las nuevas redes sin hilos. Un portavoz de la filial de Auna asegura que ambas tecnologías son complementarias. Pero coincide con Luis Ezcurra, director general de desarrollo de servicios de Telefónica Móviles, en que mientras GPRS o UMTS son especialmente útiles en situaciones de gran movilidad, las redes locales sin cables lo son en situaciones de semimovilidad, es decir, cuando el usuario está estático en una ubicación fuera de su entorno laboral o de su vivienda.
Ezcurra es bastante crítico con las expectativas generadas alrededor de Wifi. 'Es una tecnología de radio más y como está sujeta a una banda del espectro libre no necesita licencia tiene muchas limitaciones para dar un servicio de calidad', afirma. El directivo asegura que su empresa no piensa dar 'cobertura Wifi como tal. No vamos a hacer un despliegue de red con esta tecnología'. Ezcurra justifica que BT esté dando este servicio porque 'es un operador fijo y lo ofrece como una extensión inalámbrica del acceso a banda ancha', subraya el directivo, que no está de acuerdo en que se trate Wifi como móvil. 'Quita el cable, pero no puedes ir andando'. Y añade: 'Mucho me temo que se está montando una especie de segunda burbuja'. Ezcurra asegura que entiende que compañías como 'Cisco o Intel estén tratando de impulsarlo porque quieren vender hardware. Pero, ¿dónde está el modelo de negocio para el prestador del servicio?', pregunta. 'Es curioso, ninguno proveedor de redes inalámbricas Wifi en EE UU existe hoy como empresa. No queda ni uno en apenas dos años'.
Ciertamente, aunque la tecnología Wifi resulta muy interesante para el consumidor porque ofrece transmisión de datos a 11 megabits por segundo (200 veces por encima de una conexión módem) y son soluciones bastante baratas, no está claro, según algunos expertos, que sea un buen negocio al menos para las start-up. La semana pasada una de las nuevas compañías de Wifi, la neoyorquina Joltage, que era una clara referencia en el mercado estadounidense y que fue lanzada hace menos de un año, anunciaba que echaba el cierre a su actividad 'al encontrarse con menos demanda de la esperada'. Su modelo de negocio, basado en la oferta de acceso por Wifi a cambio de una cuota de 1,99 dólares por hora o 24,99 dólares por mes, ha fracasado.
No ha sido el único. Otras empresas con uno o dos años de vida también han sucumbido como Metricom que tenía ya 50.000 suscriptores pagando cerca de 80 dólares al mes, pero los ingresos no han sido suficientes para cubrir los altos costes de construir la infraestructura necesaria. El paralelismo con la crisis de las puntocom en el año 2001 ha empezado a asomar y la pregunta que empieza a circular en el sector es si finalmente triunfarán las grandes marcas de toda la vida como ha terminado ocurriendo en el comercio electrónico o lo harán las start-up, que han abierto el mercado.
Juan Antonio Blanco, de Cisco, reconoce que el modelo de negocio de ofrecer puntos de acceso público a cambio de una cuota tiene su riesgo 'porque las jóvenes empresas tienen que hacer una inversión que, aunque no es elevadísima, no es desdeñable. Y más en un momento en que aún hay poca demanda'. Al final, la supervivencia de las nuevas empresas dependerá en gran parte del tiempo que tarde el mercado en alcanzar un volumen de demanda interesante y del músculo financiero que tengan. Pero también, como dice Ignacio Ozcariz, consejero delegado de Afitel, la empresa que ha convertido a Zamora en una ciudad inalámbrica: 'Tenemos dos años de experiencia que Telefónica no tiene'.
Blanco asegura, por su parte, que es curioso que no sean los operadores móviles quienes estén empujando este negocio. Al contrario, ' muchos lo critican porque lo ven como una competencia de su negocio. Pero también tiene su riesgo el que estas operadoras dejen que una fija coja el control del cliente en una tecnología móvil. Se tienen que repensar el modelo de negocio y ver que son soluciones complementarias con sus ofertas actuales'.
WifiSpain apuesta por los proyectos a medida
La empresa WifiSpain, sociedad con sede en Tres Cantos (Madrid), pretende convertirse en un punto de referencia de la tecnología inalámbrica en España. La compañía, creada por un grupo de profesionales ligados al sector de las telecomunicaciones, quiere ofrecer acceso Wifi por todo el territorio nacional, especialmente en pueblos o localidades donde no hay otros tipos de tecnología de banda ancha. 'La idea es utilizar el satélite para llegar a cualquier punto y después dar el acceso a Internet y los servicios (voz sobre IP o videoconferencia, por ejemplo) a través de Wifi', explica Neil Matheson, fundador y consejero delegado de la firma. Aunque el pasado año aseguraron que su objetivo era tener a final de 2002 cerca de 100 puntos de acceso y otros 400 a los largo de 2003, los planes se han truncado parcialmente, tras fracasar un acuerdo que la compañía tenía con Joltage Networks, uno de los más importantes proveedores de acceso de esta tecnología en EE UU que la pasada semana cerró por falta de clientes. Actualmente, la compañía ha desplegado 12 puntos (repartidos por las provincias de Soria, Cáceres, Cataluña y Canarias) y piensa acabar 2003 con un total de 500, tras llegar a un acuerdo con la compañía Bonsai Networks para utilizar su plataforma. La joven empresa es consciente de la poca demanda que todavía hay de esta tecnología en España y, por ello, ha diseñado un plan de negocio que no depende sólo de los ingresos por el acceso Wifi, al menos 'mientras que la gente no conozca la tecnología, confíe en ella y la integre en sus vidas como hicieron con los teléfonos móviles'. WifiSpain ha establecido dos líneas de negocio adicionales al acceso, aunque todas vinculadas con la nueva tecnología sin hilos. A través de acuerdos con fabricantes de soluciones inalámbricas como Buffalo (que le ha permitido traer a España el nuevo estándar de Wifi 802 11g que da velocidades de 54 megabits) o Toshiba son distribuidores de hardware y hacen proyectos a medida para cualquier sector. La firma, que cobra una tarifa plana de 25 euros al mes, prevé una inversión de 300.000 euros. 'No mucho, porque nuestros clientes (ayuntamientos, empresas) financian los proyectos. Después, compartimos con ellos los ingresos', añade.
Las ciudades sin hilos en las que cree Afitel
En enero, el periódico The Wall Street Journal se hacía eco del proyecto Afitel, que ha convertido a Zamora en una ciudad pionera a nivel mundial al contar con una infraestructura de acceso inalámbrico a Internet a alta velocidad desde cualquier punto del núcleo urbano. El modelo de negocio de esta joven compañía no tiene nada que ver con el de la mayoría de start-up surgidas al calor de este prometedor negocio de las redes inalámbricas. No ponen puntos de acceso públicos en hoteles o bares, sino que apuestan por crear auténticas ciudades sin hilos donde las personas no tengan que buscar zonas concretas desde donde conectarse, sino que puedan hacerlo desde cualquier sitio, un parque público o desde sus casas.'Cubrir toda una ciudad con Wifi era una maniobra arriesgada', reconoce Ignacio Ozcariz, consejero delegado de Afitel, quien recuerda que empezaron con la idea en el año 2000. 'Entonces era el empresario loco, ahora soy el empresario pionero', añade. Hoy Afitel tiene 1.000 clientes, un número aparentemente pobre, pero como dice Ozcariz, 'no hay que olvidar que en toda la provincia de Zamora hay 1.200 conexiones ADSL'. La compañía, que espera alcanzar la rentabilidad con 1.500 clientes, ofrece banda ancha por una tarifa plana de 9,90 euros al mes. 'Esta es nuestra fortaleza', asegura Ozcariz, porque muchas personas, dice, no han podido aún acceder a la banda ancha en España por dinero. El directivo asegura que con las 300 antenas que tienen hoy instaladas en Zamora han logrado una cobertura aceptable, 'aunque algunos vecinos se quejan de que no pueden acceder a Internet desde alguna habitación interior de sus casas'. La cobertura óptima se alcanzará cuando haya 600 antenas, pero se irán desplegando a medida que aumente la demanda. El mercado de Afitel es el residencial. Y este mes va a iniciar su expansión a Madrid, Barcelona y Lisboa. Para ello prevé hacer una ampliación de capital. 'En estas ciudades no venderemos nosotros el servicio al cliente final. Seremos mayorista para operadores o proveedores de servicios de Internet que sí tienen ya los clientes finales'. Según los cálculos de Afitel, hacen falta unos 100.000 puntos de acceso para dar cobertura Wifi en las ciudades españolas de más de 20.000 habitantes.
Kubi crea una red nacional de puntos de acceso público
La compañía Kubi Wireless siempre ha creído en el concepto de movilidad en datos y está desarrollando la primera red española de acceso inalámbrico a Internet de alta velocidad en lugares como hoteles, aeropuertos, palacios de congresos y otros recintos similares. Su cliente es el viajero de negocios. Su actividad arrancó en enero de 2002 tras cerrar un acuerdo con el Hotel Majestic de Barcelona. 'æpermil;ramos predicadores en el desierto', confiesa Carlos Riopedre, director comercial de la firma. Hoy tienen una red de 30 hotspots repartidos por toda la geografía, aunque sólo hay 16 operativos. En marzo estarán listos 25.¿Cuál es su modelo de negocio? Kubi se encarga de instalar la infraestructura de la red inalámbrica. Unas veces asume toda la inversión y otras la comparte con los hoteles o el establecimiento en cuestión donde se instale. Eso sí, el cliente siempre paga con tarjeta de crédito online a Kubi. 'No lo cobra el hotel o el centro de convenciones. El importe nos llega a nosotros y después les damos una parte a ellos', añade Riopedre. El viajero puede escoger un servicio de 24 horas u otra opción. Pero, en caso de que se acoja a la primera oferta, el cliente no tiene la obligación de consumir todo el tiempo de conexión desde un mismo sitio. 'Si un cliente contrata el servicio en un hotel en Barcelona y luego vuelve a Madrid, puede consumir parte del servicio en el aeropuerto o en un centro de convenciones. Es decir, le vale para toda nuestra red'. La vocación de Kubi, que tiene como principales accionistas a Finaves, la Generalitat de Cataluña y el grupo Rodania, es de ámbito nacional, pero están llegando a acuerdos con cadenas de hoteles y con otros proveedores de acceso inalámbrico a Internet europeos y norteamericanos para que sus clientes puedan utilizar las redes de terceros mientras viajan. La compañía, que asegura ser consciente de que van a entrar los grandes operadores en el negocio, cree que hay hueco para 3 o 4 empresas y 'esperamos ser uno de ellos'. El objetivo de Kubi es llegar a final de año con 100 puntos de acceso a la Red y alcanzar la rentabilidad dentro del segundo trimestre de 2004. La inversión media para la infraestructura de un punto de acceso o hotspot es de entre 600.000 y 700.000 euros.