KPN registra pérdidas récord, pero con sólidos resultados operativos
Las operadoras europeas están inmersas en los últimos años en una carrera de números rojos en la que dinamitan sistemáticamente los registros conseguidos por ellas mismas, sus competidores o su país en periodos precedentes. El enésimo ejemplo de ello ha sido KPN. La telefónica holandesa anunció ayer pérdidas récord de 9.540 millones de euros en 2002, que superan los también históricos números rojos de 7.500 millones publicados el año anterior y revalidan su condición de compañía holandesa con mayor déficit de la historia.
Los causantes de las pérdidas son, como ya es habitual en el sector, los saneamientos de activos deteriorados, con 9.530 millones de euros de cargos extraordinarios. En el caso de KPN, la mayoría de ellos están asociados a la operadora celular alemana E-Plus y a los costes e inversiones relacionadas con la tecnología UMTS. Pero a pesar de lo elevado de los números rojos, los datos operativos muestran, a juicio de los analistas, que la telefónica ha sentado las bases de la recuperación.
KPN fue una de las primeras operadoras en dar la voz de alarma sobre las consecuencias de los desmanes con la compra de compañías y licencias a precios de burbuja, pero también ha sido de las primeras en reaccionar a la crisis. Los dos últimos trimestres se han cerrado con beneficios netos -la ganancia en los tres últimos meses del año fue de siete millones de euros- y el Ebitda (resultado bruto de explotación) creció en el año un 22%.
El trabajo de reestructuración y recorte de costes que se ha aplicado desde la llegada del nuevo presidente, Ad Scheepbouwer, se ha visto recompensado con un recorte de la deuda hasta 12.400 millones de euros, desde los 15.700 millones de euros de 2001 o los 13.900 millones que tenía al cierre del tercer trimestre. Ahora, el próximo paso es dejar el endeudamiento en menos de 10.500 millones para finales de este año.
KPN, sin embargo, no ha querido echar las campanas al vuelo. Las previsiones para 2003 anunciadas ayer son bastante conservadoras, con una previsión de crecimiento del Ebitda del 5% y 1.000 millones de euros de beneficio bruto antes de elementos extraordinarios.
Previsiones conservadoras
'Los números parecen sólidos', explicó a Reuters Rene Verhoef, analista de Fortis Bank. 'Es cierto que la previsión es conservadora, pero tenemos que recordar que KPN elevó cuatro veces sus estimaciones durante el año pasado'.
La recuperación, con todo, todavía no es suficiente, al menos, para pagar dividendos. KPN eliminó la retribución a los accionistas durante la grave crisis que registró en 2001 y ayer anunció que no volverá a plantearse el reparto de dividendos hasta la junta de 2004. Antes tiene que superar determinados retos, como el recorte de deuda hasta 10.000 millones o la consecución de beneficios sostenibles.
Durante este año también seguirá el recorte de empleo. Si el ejercicio pasado fueron 4.000 los despedidos, en 2003 serán 650.