Sólo dos participadas aportan crecimiento al grupo
Las dificultades que ha tenido Telefónica para crecer este año quedan constatadas en la evolución de las filiales. Entre las grandes participadas y negocios que la operadora desagrega en su cuenta de resultados, sólo dos contribuyen positivamente al incremento de los ingresos. También dos, aunque no las mismas, son las que están en beneficios, frente a seis que han cerrado 2002 con pérdidas. Otras dos, Móviles y Terra Lycos, han registrado los mayores números rojos de su historia.
La misma imagen se deriva del estudio de los resultados operativos. De los tres grandes negocios que tiene la compañía -móviles, fijo y televisión de pago-, sólo los clientes celulares crecen.
Sorpresa en lo tradicional. El negocio de móviles es, por supuesto, uno de los que aporta crecimiento a los ingresos, pero la gran sorpresa ha sido Telefónica de España. La filial encargada de la actividad más tradicional de la operadora ha logrado revertir en el cuarto trimestre una marcada tendencia a la baja, tanto en ingresos como en Ebitda. El tirón de la banda ancha y la subida del precio de la cuota de abono, unidos a un fuerte ajuste en los costes, han mejorado los márgenes y las aportaciones de una filial que, en principio, ya sólo estaba destinada a generar caja.
Los extraordinarios no han dejado que el beneficio neto creciera en el año, pero sí lo ha hecho en el cuarto trimestre, a un ritmo del 6,6%.
Latinoamérica. El comportamiento de Telefónica de España y del negocio de móviles no ha conseguido compensar las malas noticias procedentes del otro lado del Atlántico. El impacto de la caída de las divisas y la crisis económica de la zona han dinamitado el crecimiento y el descenso de los ingresos es del 31,4%. La brasileña Telesp es la única filial que cierra el año con un alza en el Ebitda y nada puede hacer contra las caídas de Argentina, Chile y Perú.
Siguiendo por la cuenta de resultados, el impacto de la devaluación del peso argentino y el coste de las reestructuraciones de plantilla convierten en pérdidas los beneficios que Telefónica Latinoamérica tuvo en 2002.
La crisis argentina ha tenido finalmente un impacto de 354,7 millones en la cuenta de resultados y de 1.147,1 millones en el balance.
Otra de las grandes filiales de Telefónica, Data, ha mostrado también en sus cuentas el efecto de la crisis latinoamericana y de las reticencias de los clientes para invertir en tecnologías de la información. Los ingresos caen y las pérdidas se mantienen.
Reparto de poderes. Este escenario ha cambiado el reparto de poderes dentro del grupo. Telefónica Latinoamérica pasa a ser la tercer filial en contribución al Ebitda y a los ingresos. La primera, en ambos casos, es Telefónica de España, seguida de Móviles.
Admira duplica los números rojos
Las pérdidas de Antena 3 y las provisiones por la caída del precio de las acciones de Pearson han marcado la evolución de la filial de medios de comunicación de Telefónica, Admira, en 2002. Los números rojos se elevan un 92,7%, hasta 669,2 millones de euros, impulsados por el cuatro trimestre, cuando el déficit se multiplica 3,4 veces.El deterioro de los resultados comienza desde la primera línea, los ingresos. La facturación cae un 23,3% por la debilidad de las filiales argentinas, de la cadena de radio Onda Cero y de Endemol. Aunque Telefónica asegura que la publicidad ha empezado a remontar el vuelo en el cuarto trimestre, no ha sido suficiente para sacar a Antena 3 de las pérdidas. Según se deduce de las cifras facilitadas por la operadora, la cadena de televisión ha tenido unos números rojos de 36 millones de euros. El Mundial de Fútbol y el comportamiento de TVE son, según la compañía, los culpables. Vía Digital sigue siendo la filial que más aporta a las pérdidas, si bien el año pasado consiguió reducir su déficit un 28,3%, hasta situarlo en unos 240 millones de euros.