El beneficio neto de Iberdrola queda por debajo de lo previsto al crecer un 6,3%
La eléctrica ha comunicado a la CNMV que su beneficio neto en el ejercicio pasado fue de 862,2 millones de euros, un 6,3% más que en 2001. Estas cifras quedan por debajo de las previsiones. Según un sondeo de Reuters entre 12 analistas, el resultado previsto de Iberdrola era de 987 millones, un 8,9%.
La compañía señala que el 95,2% del beneficio operativo procede de España, y se reafirma su posición de liderazgo en el mercado liberalizado de electricidad, con una cuota del 38,3%, mientras que en el mercado liberalizado de gas, la cuota es del 7,3%.
La cifra de negocio alcanzó 9.594,3 millones, un 17,8% más respecto a 2001, mientras que el EBITDA alcanzó los 2.398,6 millones. Iberdrola redujo ligeramente su deuda, de 10.833 millones a los 10.686 a final de 2002.
Plusvalías
En el capítulo de plusvalías destacan las obtenidas por la venta de la red de alta tensión a la gestora de fondos de inversión CVC Capital Partners (485 millones). Según Iberdrola, las plusvalías generadas durante 2002 se emplearon en la dotación de provisiones y en el saneamiento del balance, que sumaron un importe de 555 millones.
La eléctrica ajustó su participación en Repsol YPF hasta su valor de mercado, lo que tuvo un impacto negativo de 185,7 millones que se cargó en el capítulo de resultados extraordinarios. En el cuarto trimestre, Iberdrola saneó el saldo pendiente de gastos ligados a los Costes de Transición a la Competencia (CTC) por 81,8 millones.
La desinversión de las participaciones en Telefónica supuso un impacto negativo de 108,4 millones en el resultado financiero, que registró unas pérdidas de 588,7 millones, superiores en un 5,3% a las de 2001. Si se descuenta la venta del paquete de acciones de Telefónica, el resultado financiero mejoró un 9,5%.
Asimismo, el negocio de distribución, que creció un 13,4%, y de comercialización, que aumentó un 13,9%, contribuyó también a mejorar la cifra de negocio. La producción bruta de Iberdrola alcanzó los 57.285 gigavatios/hora, un 61% menos que en 2001. Este descenso, mitigado a lo largo del ejercicio, se debió básicamente a la disminución de los recursos hidráulicos.
Los negocios no energéticos aportaron 127,4 millones gracias a la actividad inmobiliaria, que Iberdrola desarrolla a través de Apex. Las inversiones se elevaron a 2.650 millones, un 45% más que en 2001, de los que 1.925 millones se destinaron a España, 474 millones a México y 251 millones a Sudamérica.
Durante el pasado ejercicio, Iberdrola puso en funcionamiento 3.023 megavatios, con lo que alcanzó una potencia total de 20.291 megavatios, un 15,6 % más que al cierre de 2001. Iberdrola logró reducir su deuda en 380 millones de euros y dejarla, al cierre del pasado ejercicio, en 10.977 millones.