La economía española resiste el parón internacional y crece un 2% en 2002
La economía española está registrando los primeros indicios de recuperación, a juzgar por los datos de cierre de 2002 de la Contabilidad Nacional, hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que confirman las estimaciones realizadas inicialmente por el Banco de España hace sólo un mes.
En el año 2002 el producto interior bruto (PIB) tuvo un crecimiento medio del 2%. Ello supone siete décimas menos que en 2001 (2,7%), dos décimas menos que la última previsión del Gobierno (2,2%), y la tasa más baja desde la recesión de 1993. No obstante, el dato se puede considerar positivo si se compara con el entorno comunitario, en el que el crecimiento se ha situado cercano al 0,8% y en el que economías como la germana se encuentran en pleno estancamiento.
Además, la economía ha registrado un repunte claro en el último trimestre del pasado año, según apunta el INE, creciendo a una tasa interanual del 2,1%, por encima del 1,8% del tercer trimestre. La principal causa del repunte del crecimiento agregado ha sido la aportación más expansiva de la demanda interna (2,7 puntos frente a 1,9 puntos en el tercer trimestre). Por el contrario, la demanda externa ha contribuido de una forma más negativa (-0,6 puntos en el cuarto trimestre frente a -0,1 puntos en el periodo anterior). En el conjunto del año, la demanda externa contribuyó con -0,3 puntos.
Tanto el consumo como la inversión, que se habían ido desacelerando a comienzos del ejercicio, se han recuperado en la parte final del año. El consumo de los hogares, pilar fundamental de la larga etapa expansiva de la economía (dura desde 1994), creció en el cuarto trimestre a un ritmo del 1,8%, tres décimas más que en el trimestre anterior. A ello se suma el consumo de las Administraciones públicas, que también ha acelerado tres décimas su crecimiento, hasta el 4%. La formación bruta de capital fijo muestra un alza en el último trimestre del 2,5%, cifra sensiblemente superior a la del tercero (1,6%). La mejora de esta operación obedece al tono menos contractivo de la inversión en bienes de equipo (-0,8% frente al -4,4%) y al vigor que sigue mostrando la inversión en construcción (4,6%).
En el sector exterior, las importaciones se han acelerado hasta el 7,4%, por encima de lo que lo han hecho las exportaciones (6%), en un entorno de gran incertidumbre económica, en el que los empresarios están pendientes de la recuperación de Alemania y Francia, principales países de destino de las mercancías españolas.
Oferta agregada
Desde el punto de vista de la oferta, persisten trayectorias dispares. La industria y los servicios muestran perfiles acelerados mientras que la construcción y las ramas primarias se caracterizan por sendas descendentes.
No obstante, sólo la agricultura y la pesca muestran una tasa negativa, que se ha ido agudizando a lo largo del año 2002, hasta el 5,7% de final del ejercicio. La construcción sigue siendo la rama más activa de la economía (crecía al 4,8% en el último trimestre) a pesar de su desaceleración en el tiempo. Mención aparte supone la industria, pieza clave de toda etapa de reactivación.
El sector ha ido recuperando el tono a lo largo del año, acabando el ejercicio con un crecimiento del 2,4% que contrasta con la recesión en que se encontraba a finales de 2001.