Un estudio liga la carestía de los alimentos con la PAC
El título del informe sobre la agricultura elaborado por el Círculo de Empresarios es de por sí bastante evidente: Reflexiones críticas sobre un sector subvencionado.
Los expertos de esta organización empresarial consideran que 'el mantenimiento de la política agraria común (PAC) es perjudicial para la economía española, para la inmensa mayoría de los ciudadanos y para la propia agricultura, al proteger a los sectores más ineficientes'.
Según sus argumentos, la PAC se ha convertido en un mecanismo que produce masivas transferencias de rentas desde la industria y los servicios a la agricultura y que, dentro de éste último sector, discrimina a los que crean más beneficios y benefician a los que más valor destruyen, con lo que 'el logro de la subvención ha desplazado desde hace tiempo al mercado como guía de la producción'.
Para el Círculo, los costes de esa masiva transferencia de rentas recae sobre el consumidor y el contribuyente europeo y, por ello, la supresión de la PAC podría reducir el gasto en alimentación de la familia europea media hasta un 25%, según sus cálculos.
Además, este informe denuncia que los mayores beneficiarios de las ayudas procedentes de la PAC son los dueños de las grandes explotaciones agrarias, que acaparan más del 80% de las ayudas.
Dicho esto, el Círculo de Empresarios precisa que las subvenciones agrarias europeas se nutren del IVA, impuesto que, proporcionalmente, grava más a las familias con rentas más bajas, luego son éstas las que subvencionan a las grandes explotaciones.
El 'cazaprimas'
Otra de las críticas al actual modelo apunta hacia el sistema para asignar las ayudas. 'El volumen de recursos y la multiplicidad de los mecanismos para el reparto constituyen un terreno abonado para los grupos de presión sectoriales y nacionales y para el fraude', aseguran. Según esto, la figura del cazaprimas es una consecuencia del sistema de subvención adoptado y de lo voluminoso de las ayudas que pueden obtenerse.
Por estos motivos, el informe del Círculo de Empresarios aplaude la propuesta de reforma hecha por el Comisario Franz Fischler el pasado mes de julio, en tanto en cuanto suprime la relación directa entre la producción y la percepción de ayudas.
Para este grupo de empresarios, 'tampoco es cierto el argumento de que las ayudas al sector agrario evitan la despoblación del campo'. Según explican, Nueva Zelanda es el perfecto ejemplo de que esto no ocurre así. Allí, tras ser suprimidas todas las ayudas al sector agrario, su población rural no experimentó reducción alguna. Mientras que en el caso español -continúan los expertos-, todas las ayudas que el sector agrario español recibió durante los años sesenta y setenta no impidieron las masivas migraciones internas provocadas por el éxodo rural.
En resumen, el Círculo de Empresarios sostiene que la PAC 'lleva al absurdo económico de que los productores ineficientes arruinen a los productores eficientes del tercer mundo'.
Es más, denuncia que 'sean los consumidores y contribuyentes europeos quienes financien esa ruina'. Tampoco olvidan el coste diplomático que la protección agraria supone para los países desarrollados, en forma de guerras comerciales entre ellos.
La COAG cifra las pérdidas en 6.000 millones
Ante los tambores de reforma de la PAC también surgen numerosas voces en su defensa. La asociación agraria COAG sostiene que la aplicación de la reforma propuesta por el comisario europeo de Agricultura Franz Fischler acarreará una caída de la renta agraria de un 6,2% en 2006 y de un 11,6% en 2013, horizonte de la nueva política.La explicación de estos porcentajes llega de la disminución de las ayudas directas y la bajada de precios que se aplicarían a un importante volumen de producciones, tras las cuales el campo español dejará de recibir 567 millones de euros anuales en 2006 y 816 millones en 2013. Esto es, 6.000 millones en todo el periodo. Los subsectores más perjudicados serían los cultivos herbáceos, arroz, vacuno de carne, lácteo, forrajes y ovino. Además, la Comisión asume que la reforma supondrá una caída anual del empleo agrario del 2,8%. En España restará 345.000 agricultores a los 920.000 actuales.