Babcock admite que se quedó con 20 millones de su filial, saneada por SEPI
La multinacional alemana Babcock Borsig reconoció ayer haber desviado a una cuenta bancaria de su propiedad 20 millones de euros desde las arcas de su filial española. Un portavoz de la compañía aseguró que la transferencia se realizó en concepto de un préstamo que 'no se pudo devolver por la suspensión de pagos de la matriz'. Estos 20 millones de euros formaban parte de la liquidez que ingresó la SEPI en la empresa española para sanearla, según aseguran fuentes cercanas a la operación.
El portavoz de la multinacional alemana Babcock Borsig, Thomas Schulz, desveló ayer la forma en la que la multinacional alemana se apropió de fondos de su filial, inicialmente aportados por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para contribuir a su saneamiento.
Schulz explicó que la compañía española transfirió 20 millones de euros a su matriz en concepto de préstamo y aclaro que la multinacional, 'tras la suspensión de pagos, no pudo devolverlos'.
Y añadió 'que no es probable que el dinero procediera de la SEPI, ya que Babcock Borsig la entregó antes 45 millones de euros'.
Estos 45 millones de euros fueron posteriormente aportados a la compañía española junto con otros 10 millones de euros adicionales por la SEPI como capital social y para proveerla de fondos necesarios para poder iniciar su actividad.
æpermil;ste era el primer punto de una serie de compromisos adquiridos por la SEPI con los compradores alemanes de la compañía, en función de los cuales la sociedad estatal seguiría financiando a la sociedad. La sociedad estatal declinó hacer ningún tipo de comentario.
Por otro lado, un portavoz de la Federación de Metal del sindicato UGT aseguró que 'exigirá a la SEPI que pida explicaciones a Babcock Borsig sobre el por qué y el para qué de esa desviación de parte de los fondos aportados por la SEPI'.
Además, reclama que la sociedad estatal, presidida por Ignacio Ruiz Jarabo, cumpla con 'su deber de controlar el destino de los fondos públicos que ha aportado y que tiene que seguir aportando en el futuro a la empresa española con el fin de que no vuelva a repetirse una apropiación de fondos similar'.
Es más, para lograr un efectivo control del dinero público y para asegurar la futura viabilidad de la empresa, el sindicato reclama que la SEPI 'vuelva a recuperar el control y la propiedad de la empresa' vendida a la multinacional germana en octubre de 2001.
Además, el sindicato anunció que en el consejo de administración que Babcock Borsig España tiene previsto celebrar el próximo martes día 25, exigirá a los propietarios alemanes de la compañía que den explicaciones sobre la operación de repatriación de fondos.
UGT, al igual que Comisiones Obreras, tienen un puesto en el consejo de administración de Babcock Borsig España.
Una ruptura sin explicaciones
La SEPI no aclaró ayer a los sindicatos las razones que motivaron la renuncia de Duro Felguera a la compra de Babcock Borsig España, pese a que la corporación asturiana lo había intentado anteriormente en dos ocasiones y a iniciativa propia, informa Javier Vadillo.En la tercera oportunidad que ha tenido, el grupo que preside Ramón Colao no ha querido hacerse con Babcock, cuando precisamente la SEPI le ofrecía la compañía por la crítica situación de su accionista, la multinacional germana Babcock Borsig. Sobre los fondos que el grupo alemán captó de su filial española, la SEPI reconoció a las centrales el viaje de los 20 millones desde España a Alemania y sin vuelta; y especificó que, a su juicio, Babcock Borsig lo hizo con la mejor intención, en el sentido de que fue uno de los flujos de caja que realizan las multinacionales. Los sindicatos exigieron a la SEPI la realización de un plan de futuro para el fabricante de bienes de equipo, del que sigue siendo avalista para la captación de contratos. Por otro lado, el consejero de Industria de Asturias, Jesús Urrutia, afirmó que la operación de venta a Duro Felguera entrañaba 'muchos riesgos'. Y precisó que no se puede considerar un fracaso de Duro, ya que ésta no acudió a iniciativa propia, sino que fue la SEPI la que la llamó. El presidente del PP en Asturias, Ovidio Sánchez, acusó ayer al PSOE de frustrar la compra y dijo que las direcciones socialistas en el Principado y en Euskadi 'crearon todas las condiciones para complicar la operación'.