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Las cajas sufrieron en 2002 el primer descenso de beneficios de su historia

Las cajas de ahorros lograron el año pasado ampliar el negocio y volver a quitar cuota de mercado a los bancos, pero no pudieron salvar el ejercicio en términos de rentabilidad.

Por primera vez en su historia, el sector registró un descenso anual del beneficio atribuido. æpermil;ste se quedó en 3.992,8 millones de euros, un 2,8% menos que en 2001, según la información difundida ayer por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

El castigo de los mercados fue determinante, al igual que ha ocurrido en los bancos, cuya exposición es aún mayor. De hecho, si en vez de considerar los grupos consolidados se tuvieran en cuenta sólo las cajas matrices, el beneficio hubiera ascendido un 4,9%.

Hay que señalar que al hablar de grupos consolidados se incorpora el impacto de las sociedades participadas. Los menores beneficios por este concepto condicionaron la cuenta de entidades como La Caixa, que arrastró el resultado del conjunto del sector.

La política de precios -se cobró por los créditos mucho más de lo que se pagó por los depósitos- y sobre todo la fortaleza que mantuvo el negocio permitieron a las cajas exhibir una aceptable mejora del margen de intermediación, pese al contexto de tipos de interés a la baja.

Además se consiguió aumentar un 7,1% lo ingresado por comisiones, a pesar del desplome de las que se cobran por fondos de inversión. El margen básico creció así un 7,1%, pero el fuerte descenso de los ingresos por operaciones financieras y el crecimiento todavía elevado de los gastos de explotación limitaron a un 1,1% el aumento del margen de explotación.

La cuenta de las cajas en la parte de arriba se compara favorablemente con la de los bancos en lo que se refiere a margen de intermediación y comisiones, pero muestra que el control de gastos sigue siendo una asignatura pendiente.

El sector justifica parte del crecimiento de los gastos en los costes de transición al euro del primer semestre. Lo cierto es que el aumento de este capítulo general no sólo ha impedido al sector mejorar el ratio de eficiencia -el peso de los gastos de explotación sobre el margen ordinario-, sino que lo ha empeorado, al pasar del 59,88% al 61,17% (cuanto más alto más ineficiente).

Este deterioro refuerza los argumentos de quienes piden una política que prime la gestión de costes, riesgos y eficiencia sobre el crecimiento.

Fuentes del sector comentan que el cambio de pauta vendrá obligado en parte si se confirma la ofensiva comercial de los dos grandes grupos, BBVA y Santander Central Hispano, en el mercado doméstico. Eso obligará a las cajas a políticas más defensivas, después de la fuerte expansión vivida en los últimos años, con fuerte ganancia de cuota de mercado.

Impacto de la Bolsa

En cuanto a las partidas de la cuenta más influidas por la volatilidad de los mercados, los resultados por operaciones financieras mejoran en comparación con los trimestres anteriores, al acabar el año en positivo (294,3 millones de euros). En todo caso, eso supone que se ingresaron 433,3 millones de euros menos que el año pasado, casi un 60% menos en términos relativos.

En el desglose de esta rúbrica destacan los beneficios aportados por la cartera de renta fija (58 millones de euros más que el año anterior) frente a las pérdidas en la cartera de renta variable, tanto los resultados de negociación, con 114 millones de euros menos que en el ejercicio anterior, como los de inversión ordinaria, que registran 240 millones de euros menos. Además, se reducen 101 millones los ingresos por operaciones de futuros.

Las participadas aportaron a la cuenta 512,6 millones de euros, 219 menos que el año pasado, una caída de casi del 30% respecto a los 732 millones de 2001.

Asimismo, las cajas aumentaron en 521 millones las dotaciones y destinaron 693 millones de euros al Fondo de Cobertura Estadístico para Insolvencias (Foncei), en este caso, 222 menos que en 2001. Con esta aportación, el fondo estadístico acumulado se aproxima a 2.150 millones de euros, un 56% de su importe máximo teórico al final del ejercicio.

También detrayeron recursos los resultados extraordinarios, como consecuencia de los ajustes realizados en algunas cajas por resultados de empresas participadas, saneamientos extraordinarios por la cartera de participaciones permanentes y dotaciones extraordinarias realizadas por fondos de pensiones de empleados.

En conjunto, todas estas operaciones extraordinarias restaron al beneficio 237 millones.

Los créditos crecieron en enero un 18%

Las cajas de ahorros parecen inmunes a la desaceleración económica, a juzgar por la fortaleza que mantiene el negocio. El crédito creció en enero a una tasa del 18%, superior a la prevista por el propio sector. El año comenzó, por tanto, aún mejor de lo que cerró 2002, con un avance en diciembre del 16,8%, que triplica el registrado por los bancos.La fortaleza del crédito fue compatible con descensos de la morosidad, de manera que el año se cerró con la tasa menor de la historia, 0,865%, la mejor del sistema financiero. Además, la cobertura llegó al 249%, es decir, incluso aunque se duplicaran los morosos, las cajas tendrían provisiones más que de sobra para cubrir los fallidos. Pese a esta situación de tranquilidad, fuentes del sector consideran que aumentos del crédito de esta magnitud no son sostenibles por mucho tiempo y conforme avancen los meses el negocio se irá ralentizando. El crecimiento registrado en 2002 permitió a las cajas volver a quitar cuota de mercado a sus rivales. Absorben ya el 45,64% de los créditos sobre clientes, 1,93 puntos más que el año pasado; y el 46,91% de los recursos ajenos, 1,95 puntos más que en 2001. En el pasivo, los recursos ajenos aumentaron un 12,6% en diciembre sobre diciembre anterior. Ganaron cuota sobre todo en depósitos a plazo (2,2 puntos), otros débitos (2,4 puntos) y empréstitos (3,4 puntos) y el avance fue algo menor en depósitos a la vista (0,95). Las cajas también aumentan el peso de la cartera de valores, lo que refleja que han aprovechado los bajos precios de la Bolsa para tomar posiciones, en contraste con el repliegue de la banca. Así, en el reparto global, estas entidades tienen ya el 39,37% del total, con un crecimiento de 2,2 puntos durante el año.

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