El Banco de España afirma que no objetó el pago a Amusátegui
El inspector del Banco de España José María Lamamie Clairac aseguró ayer en la Audiencia Nacional que, en el momento de la fusión entre el Santander y el Banco Central Hispano, el Banco de España desconocía el contrato firmado entre Emilio Botín y José María Amusátegui para que éste cobrara 43,75 millones de euros al dejar el banco.
Fuentes jurídicas explicaron que Lamamie de Clairac confirmó ante la jueza Teresa Palacios que el Banco de España tuvo noticia del contrato posteriormente al proceso de fusión del Santander con el Banco Central Hispano y, según fuentes jurídicas, apuntó que el organismo supervisor 'no hace objeción de legalidad' a este documento.
El presidente del Santander mantiene que se acordó pagar a Amusátegui 43,7 millones de euros como un bono de jubilación por los servicios prestados en el Central Hispano. El abogado que interpuso la querella considera que el pago se pactó para que Amusátegui abandonara el banco antes de lo previsto y se ocultó a los accionistas. Lo cierto es que el contrato del bono de jubilación se firmó el mismo día en que se aprobó el proyecto de fusión.
Protocolo de fusión
El querellante mantiene que se trata de una ventaja para un consejero y que, por tanto, en virtud de la Ley de Sociedades Anónimas, debe aportarse al protocolo de fusión. Los abogados de Emilio Botín y José María Amusátegui consideran que no se trata de ninguna ventaja para un consejero, sino de un contrato de jubilación, por lo que no estaban obligados a aportarlo al proyecto de fusión.
Lamamie de Clairac, jefe del grupo que estudió la fusión del Santander y el BCH, declaró ayer como testigo ante la jueza Teresa Palacios a petición del fiscal de la Audiencia Nacional Jesús Caballero .
En la querella, se acusa a Botín y Amusátegui de haber cometido un delito societario o de estafa al cobrar el segundo de ellos 43,75 millones de euros por anticipar su salida de la presidencia del SCH.