Bruselas regula al máximo la apertura telefónica pese a las grandes 'telecos'
Bruselas está decidida a tomar todas las medidas necesarias para alentar la competencia en telecomunicaciones, aunque sea a costa de enemistarse con las principales operadoras europeas. A falta de que la nueva reglamentación se haga oficial hoy, todo apunta a que la pugna entre uno y otro bando se ha saldado con las telefónicas como grandes perdedoras. De nada ha servido la presión ejercida por los principales ejecutivos de las operadoras -César Alierta entre ellos-, que llegaron a desplazarse a Bruselas para explicar personalmente su visión del conflicto.
Según fuentes cercanas a la Comisión Europea (CE), el ejecutivo comunitario aprobó ayer la definición de lo que se considerarán a partir de ahora mercados relevantes en telecomunicaciones, aquellos que podrán ser regulados por cada país para introducir más competencia. De los 4 que había -fijo, móvil, interconexión y circuitos alquilados- Bruselas ha pasado a definir 18, lo que demuestra el grado de detalle al que se ha llegado en la parcelación de los servicios telefónicos.
La primera crítica de las grandes telecos se centra, precisamente, en la complejidad que supone dividir la telefonía en 18 mercados relevantes y en la desarmonización que esto puede suponer. La Comisión sólo define dónde hay que actuar, pero son los reguladores nacionales los que tienen que estudiar los mercados relevantes y adoptar las medidas que consideren necesarias. El trabajo es prolijo y los resultados pueden diferir mucho de un país a otro, señalan fuentes del sector.
El resto de las críticas entran ya en los mercados que se han definido, sobre todo por la inclusión entre ellos de la banda ancha. Los ex monopolios consideran que esta decisión va en contra del propio pensamiento de la CE y que, más que promover la competencia, lo que va a hacer es frenar las inversiones en este campo.
Lo cierto es que Bruselas ha reconocido en varias ocasiones el peligro de regular los mercados emergentes, porque lo que prima para su desarrollo es la inversión y la innovación, algo que un exceso de normas puede llegar a desincentivar. Fuentes del sector añaden que en Estados Unidos se optó en un primer momento por intervenir en este segmento, pero que los resultados han aconsejado dar marcha atrás, que es lo que está haciendo ahora el regulador norteamericano.
En Europa, sin embargo, la CE cree que la única manera de introducir mayor competencia en el servicio mayorista de banda ancha (ADSL) es regularlo y por ello lo ha incluido en el listado de mercados relevantes.
Esta decisión supone un fuerte revés para la mayoría de los países y operadoras europeas, pero no para España. El Gobierno, de hecho, no sólo reguló hace años el servicio mayorista de ADSL, sino que también el minorista está sometido a normas y precios.
Pero no todo son críticas a la decisión de Bruselas. La parcelación de los mercados relevantes ha llevado, en el caso de la telefonía fija, a considerar como seis segmentos lo que antes era un todo. Los nuevos campos de actuación se dividen en acceso a la red, llamadas locales y nacionales y conexiones internacionales. Todo ello para clientes particulares, por un lado, y empresariales, por otro. Esta separación beneficia a los ex monopolios, que llevan años quejándose de la distorsión que produce una foto fija de cuota de mercado en el global de la telefonía fija. Con los nuevos estudios, aseguran, se verá que los competidores han hecho más daño del que parece en los segmentos más rentables, como larga distancia y empresas.
También la telefonía móvil eleva su cota de regulación. Pasa de ser considerado como un mercado a tres, todos ellos en sentido mayorista, incluyendo aspectos tan polémicos como el precio que cobran por terminar en sus redes las llamadas que se originan en un teléfono fijo. La Comisión, con todo, reconoce que el grado de competencia en este sector es elevado y que probablemente la regulación podrá desaparecer a corto plazo.
Otra de las novedades de la recomendación comunitaria es la consideración como mercado relevante del servicio de transporte de señal, que hasta ahora quedaba fuera de la normativa.
El objetivo de la CE es que el resultado de su recomendación esté implementado en los países miembros en verano. En España y a la luz de esta decisión, fuentes del sector explican que el Gobierno debería eliminar de la regulación el ADSL minorista, así como otros precios a clientes finales de Internet. Aunque no es obligatorio, estas fuentes señalan la contradicción que supone regular más mercados de los que define Bruselas.